El 12 diciembre de 2015, en la COP21 de París, se alcanzó un acuerdo histórico para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono. El Acuerdo de París es el primer acuerdo universal y jurídicamente vinculante, hace que todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático. El objetivo de neutralidad climática aquel 12 de diciembre de 2015 tuvo como fin reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático y supuso todo un reto a nivel internacional. Con el objetivo principal limitar el incremento de la temperatura global a 2 °C y la aspiración de que no supere el 1,5 °C respecto al periodo preindustrial, el Acuerdo de París no se queda únicamente en la fijación del objetivo, sino que marca los pasos a seguir y el camino para alcanzarlo, e introduce la condición de neutralidad carbónica, que en el caso de economías desarrolladas deben alcanzarse en 2050.
Para Endesa, supuso un reto en materia de cambio climático sin precedentes, con el establecimiento de objetivos ambiciosos en materia de cambio climático que han marcado la hoja de ruta para el establecimiento de la estrategia de la compañía en los diferentes planes estratégicos Gracias al gran esfuerzo y al compromiso de la compañía, en apenas 8 años desde la entrada en vigor del Acuerdo de París, Endesa ha reducido ya sus emisiones un 67% desde 2015 y más de un 80% desde 2005, cuando entra en vigor Protocolo de Kioto. Hito que pone a Endesa en cabeza de la lucha contra el cambio climático y que da muestra del compromiso de la compañía con el presente y futuro de nuestro planeta.
En total, la inversión contemplada en la nueva estrategia para la Península Ibérica se mantiene en una línea continuista respecto al plan 2023-2025, situándose en 8.900 millones. La partida destinada a Redes en este plan (2.000 millones netos) destinada a mejorar la eficiencia, resiliencia y digitalización de la misma, está condicionada a una mayor visibilidad sobre el periodo regulatorio 2026-2031 en cuanto a la remuneración de la inversión en redes.
La inversión en renovables se mantiene estable en 4.300 millones, para alcanzar los 13.900 MW de potencia renovable a final del plan y llegar así al 93% de la producción libre de emisiones en la Península en 2026. Una mayor apuesta por la eólica, que absorberá 1.600 MW (por 2.000 MW de la solar), al tiempo que los proyectos de repotenciación eólica e hidroeléctrica son las principales novedades respecto al plan anterior.
Los tres proyectos estrella de transformación energética y que destacan como modelos de transición justa, incluso con premios de reconocido prestigio internacional como el recientemente recibido en la categoría de Energías renovables, integración y energía limpia de los Energy Transition Changemakers en la COP28 que aún se está celebrando en de Dubái son los de Andorra (Teruel), Pego (Portugal) y Galicia. Los dos primeros suponen una inversión de 1.700 y 700 millones de euros, respectivamente, y estarán en funcionamiento en 2026-2027 y 2026. El tercero es el conjunto de parques eólicos que suman 800 MW y una inversión del entorno de 1.000 millones para estar en marcha en 2025. Son proyectos de transición energética sostenibles financieramente, en los que Endesa busca oportunidades laborales a los empleados afectados por actividades que cesan, apoyándoles con formación, desarrollando económicamente la zona con nuevas actividades económicas sostenibles de futuro.
Endesa mantiene la salida total del carbón en España en 2027, con el fin de operación de Alcudia que se mantiene por razones de seguridad de suministro, y tras lograr el cierre de su mayor central de carbón (As Pontes) este año que pone fin a la utilización de carbón en el parque de generación peninsular. La plena descarbonización de la empresa se reconfirma para 2040, cuando habrá abandonado el negocio de gas fósil en su conjunto. Todo ello con el objetivo de transitar por la meta del Acuerdo de París de 1,5 °C de incremento de temperatura respecto a la era preindustrial.