Probablemente, la conferencia de prensa del BCE del jueves “sirva de dosis de realidad para moderar las expectativas de relajación de la política monetaria”: los inversores apuestan por un recorte de 123 puntos básicos en los tipos oficiales de la zona euro antes de que acabe 2024. Y reconoce que el BoE está sometido a menos presiones para gestionar las expectativas, ya que en Reino Unido son “menos dovish debido a sus problemas de inflación más graves y persistentes”.
De hecho, el pronóstico de rebajas para el BoE es mucho más moderado, de 67 puntos básicos.
En el caso del FOMC, lo más destacado de la reunión del miércoles podría ser el Resumen de Proyecciones Económicas (SEP, por sus siglas en inglés), que probablemente incluirá las expectativas de inflación a partir de 2024. “Lo más revelador podría ser la previsión de cuál sería el tipo de los fondos federales si se aplican las políticas adecuadas en los próximos años. En la actualidad, los mercados prevén un ciclo de relajación bastante agresivo, con una reducción de tipos de 110 puntos básicos [hasta finales de 2024]”.
Precisamente un día antes de esta cita, la publicación de los datos de IPC de noviembre en EEUU será importante para comprobar la consistencia del proceso de desinflación en marcha, según este experto. “Mientras el IPC subyacente se sitúe en el 0,3% intermensual o por debajo, espero que los mercados de riesgo sigan siendo optimistas porque indicaría un avance continuo hacia el objetivo de inflación de la Fed del 2%”, dice. Cree que la inflación de la vivienda (representa el 44% del IPC subyacente) seguirá desacelerándose sostenidamente; confía en que la inflación de otros servicios, excluyendo vivienda y energía, (30%) se moderará; y considera probable que la inflación subyacente de los bienes básicos (26%) se mantenga negativa en términos intermensuales por sexto mes consecutivo.
Los indicadores sobre la evolución de los precios llegan solo unos días después de conocerse los datos de empleo en EEUU. Unas cifras que,“son exactamente lo que la Fed esperaba ver”: las ofertas de empleo cayeron de 9,35 millones a 8,7 millones; el número de puestos de trabajo sin cubrir por trabajador desempleado descendió a 1,39 desde el 2,0 de diciembre de 2022; y el crecimiento del empleo se redujo drásticamente, de una tasa de 257.000 empleos al mes en el primer semestre de 2023 a 202.000 en el segundo. Estos datos sugieren que “la rigidez del mercado laboral se está relajando”, lo que debería reducir las presiones inflacionistas; pero, al mismo tiempo, es de esperar que no provoque un aumento significativo del desempleo o una recesión.
De esta manera, el consenso de analistas prevé una ligera mejoría de los datos PMI de diciembre en EEUU, la zona euro y Reino Unido, si bien en el caso de la zona euro tanto el PMI de manufacturero como el de servicios se mantendrán en zona de contracción.
Finalmente, en China, se espera que mejoren las ventas minoristas, la producción industrial y la inversión en activos fijos en China, “pero hay que tener en cuenta que las cifras de hace un año fueron especialmente débiles debido a los bloqueos del Covid-19.