Este incremento de la tasa de morosidad se debe a dos factores. Por un lado, la caída de los volúmenes de crédito y, a la vez, el incremento en el saldo de dudosos. En concreto, en octubre esta partida creció en 298 millones de euros hasta situarse en los 42.379 millones de euros frente a los 42.081 millones de septiembre. Pese a este repunte, si se echa la vista doce meses atrás, la tasa de mora se sitúa por debajo de la marcada en octubre de 2022 y sigue en niveles históricamente bajos. Y es que en el décimo mes de 2022 la mora alcanzó el 3,77%. Al respecto, la morosidad siguió a la baja en 2022 y sólo ha comenzado a repuntar ligeramente a partir de abril de este año, después de que en marzo alcanzara el nivel más bajo al marcar un 3,51%.
Si se tiene en cuenta la tasa de morosidad de las entidades de depósito, que engloba a los bancos, cajas de ahorro y entidades de crédito, ésta también registró un leve repunte hasta el 3,48% frente al 3,44% marcado en septiembre. Con todo, también permanece en niveles inferiores a los registrados hace un año, puesto que la mora alcanzó el 3,68% en 2022. En cuanto a los establecimientos financieros de crédito, que engloba las empresas de financiación al consumo, registran la tasa de mora más elevada: con un 6,93%, 19 puntos básicos más que septiembre. En este apartado, la morosidad está por encima de la marcada hace un año, cuando cerró en el 6,35%. Aquí sí que ha mostrado un comportamiento al alza. Desde que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir los tipos de interés, en julio de 2022, ha hecho un llamamiento a las entidades financieras para que aumentaran sus provisiones ante la posibilidad de un fuerte repunte de la morosidad precisamente por los efectos de una política monetaria más restrictiva en el crédito (por ejemplo, el euríbor rompió la barrera del 4% en tasa mensual).
Y esto se ha traducido que las provisiones para cubrir los impagos hayan subido también ligeramente. En concreto, se han elevado en el mes de octubre en 110 millones de euros, hasta los 30.303 millones de euros. Esta cifra, en cambio, es 2.000 millones menos que la registrada en 2022 cuando superó los 32.700 millones de euros.