La reacción de Díaz, se produce como consecuencia de los cambios en este gravamen que se prorroga para que las energéticas puedan deducirse desde el 1 de enero inversiones estratégicas vinculadas con proyectos industriales y con la descarbonización del sistema productivo en el país. «No compartimos una rebaja fiscal al impuesto de las grandes energéticas, cuando estas empresas tienen beneficios mucho mayores en España que en el resto de Europa y la gente lo esta pasando mal», ha lanzado Díaz, quien en días previos había reclamado mantener este impuesto como se aprobó en su día.
En declaraciones a los medios, la líder de Sumar ha ahondado que rechazan hacer «regalos fiscales» a las multinacionales del sector energético simplemente por cumplir «los mínimos europeos en materia de inversión en un año en el que están teniendo beneficios récord». Es más, ha insistido en que no está de acuerdo con el PSOE en que una «fiscalidad verde y justa sea un problema para la inversión». Al respecto, ha vuelto a enfatizar que España necesita una «reforma estructural» en materia tributaria que sea «justa» y garantice que «quienes más ganen, paguen más».
La titular de la cartera de Trabajo ha reivindicado, eso si, como un triunfo de Sumar lograr mantener la rebaja del transporte público en el decreto anticrisis, prohibir los despidos a las personas trabajadoras y los desahucios a las vulnerables, así como mantener los impuestos a la banca y a las grandes fortunas.
La vicepresidenta segunda ha subrayado que Sumar ya dejó claro que «no era razonable» retirar medidas de protección social cuando «aún no se ha recuperado el poder adquisitivo de las familias». «Con este nuevo paquete de medidas volvemos a defender el poder de compra de los hogares. Seguimos conteniendo los precios y ayudando a las familias que no lleguen a final de mes, a las que no pueden pagar y mantener su hogar a una temperatura adecuada o no pueden afrontar más subidas del alquiler o la hipoteca»,