Según consta en las actas de la última reunión de política monetaria celebrada el pasado mes de diciembre, el banco central destaca la necesidad de mantener las tasas de referencia en terreno restrictivo durante algún tiempo, al menos hasta que la inflación consolide su acercamiento al objetivo del 2%. A falta de conocer el dato de diciembre, el IPC en Estados Unidos cerró noviembre en el 3,1%.
En este cónclave en el que se decidió mantener por unanimindad las tasas congeladas por tercera vez consecutiva en el rango del 5,25-5,5%, nivel en el que permanecen desde el pasado mes de julio tras alcanzar máximos desde 2001, los miembros reiteraron su postura ‘data-dependiente’ de los indicadores de inflación y de la evolución económica. «Casi todos los participantes indicaron que, reflejando las mejoras de las perspectivas de inflación, las proyecciones de referencia implicaban que sería apropiado un rango objetivo más bajo para finales de 2024», señalan en el documento.
No obstante, admiten una incertidumbre «inusualmente elevada», por lo que ningún escenario es descartable, incluso el de congelar los tipos en los niveles actuales más tiempo del esperado inicialmente. En este sentido, los miembros del banco central estadounidense hacen un llamamiento a la prudencia. En el documento de previsiones trimestrales publicado tras la reunión que tuvo lugar durante el 12 y el 13 de diciembre, los funcionarios del banco central preveían hasta tres recortes de tipos de un cuarto de punto para 2024, con lo que situaban el nivel objetivo de tasas en el 4,5-4,75%, una rebaja más que en septiembre, pero inferior a los 150 puntos que pone en precio el mercado.
El diagrama de puntos de la Reserva Federal arroja una división entre los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), ya que mientras ocho funcionarios apuestan por ejecutar dos recortes o menos de un cuarto de punto, otros once esperan más de tres bajadas. «Los participantes consideraron que el tipo de interés oficial probablemente esté en su pico máximo o próximo a este en este ciclo de endurecimiento monetario», destacan, poniendo de relieve el cambio de tono en el discurso.
El organismo con sede en Washington trata así de atemperar la euforia del mercado que los analistas han catalogado en reiteradas ocasiones de «excesiva», pese a que el optimismo ha menguado de forma paulatina durante las últimas semanas. Estas moderación de las perspectivas se ven reflejadas en el mercado de deuda, donde el bono americano a diez años vuelve a coquetear con la barrera del 4%. Wall Street, por su parte, no experimentaron grandes cambios tras conocerse las minutas, cerrando con caídas.