De confirmarse, supondría una rentabilidad por dividendo del 8,58%, frente al 6,18% anterior. El anuncio se realizará previsiblemente durante la presentación de resultados, prevista para el 2 de febrero, y se abonaría a mediados de abril. De confirmarse este pago, la entidad distribuirá cerca de 2.400 millones de euros a cargo del ejercicio finiquitado, donde se espera que el banco obtenga un beneficio de algo más de 4.800 millones de euros. Por lo tanto, supondrá mantener un ‘pay out’, el porcentaje que el banco destina a retribuir a sus accionistas, de entre el 50% y el 60%, un porcentaje que ya se aplicó en 2022.
Hace doce meses, el banco regó a sus accionistas con 1.755 millones de euros, un 55% de sus ganancias. De esta cantidad, más de la mitad irá a parar a sus dos accionistas de referencia: el Estado a través del FROB y La Fundación. El primero atesora un 17% del capital de la entidad, con lo cual, cobraría a través de este pago 408 millones de euros, mientras que La Fundación, con el 30% del capital en su poder, se embolsaría 690 millones de euros.
Por otra parte las previsiones indican que el banco reportará un beneficio de 4.864 millones de euros, lo que supone una mejora del 55%.