Quizá por eso el presidente del Gobierno se ha permitido la frivolidad de señalar que la subida es «la mejor herramienta para combatir la pobreza laboral y para la igualdad salarial» y que contribuirá y beneficiará a cerca de 2,5 millones de trabajadores, principalmente a jóvenes y mujeres. YT como no podía ser de otra manera ha largado su frasecita, una de esas que se esculpe en el frontis de la nueva casa del pueblo recién inaugurada tras ser pintada y arreglada con los fondos llegados de Europa para el fomento del empleo de los jóvenes y que dice así «Seguimos en la senda de cumplir el compromiso de situarlo en el 60% del salario medio en España. Porque la experiencia nos demuestra que la desigualdad no es compatible con el bienestar. Política útil al servicio de los ciudadanos de nuestro país».
Menos mal que esta vez se le ha olvidado utilizar un refran, porque hubiese sido la repanocha creativa.
La realidad es que no es mas que la compensación de la derrota sufrida por la “chica tucan” a manos de la escolar Belarra en las carnes de los empresarios y que se salta a la torera la normativa europea aprobada ya en otoño de 2022 y que España tiene dos años para transponer a la legislación nacional, que exige garantizar la «participación efectiva» de los interlocutores sociales en la fijación del salario mínimo legal, incluyendo todo lo que se refiere a la «definición de los criterios de fijación y actualización», las variaciones y deducciones, la «participación en los órganos consultivos» y la «contribución a la recogida de datos».
Pero eso a esta pandilla de indocumentados que nos gobiernan parece no importarles salvo que de repente un comisario como Gentiloni se oponga al envió de los fondos salvadores
Pero quizá para entonces Sánchez ya no este en La Moncloa sino en Bruselas ocupando algún puestos de esos en los que solo hay que figurar y poco mas.