La patronal de las cajas de ahorro, que engloba a CaixaBank, Unicaja Banco o Abanca, entre otros, ha mantenido su oferta salarial original, que contempla un incremento del 5% a tres años, es decir, del 2% durante 2024 y 2025 y un 1% para 2026, a lo que se sumaría un incremento adicional del 0,5% para los próximos 36 meses siempre que el ROE sea superior al 12%, propuesta que desde las organizaciones sindicales tachan de «inasumibles».
En concreto, los representantes de los trabajadores plantean subidas de entre el 17% y el 23%, al tiempo que advierten de movilizaciones de cara a la juntas de accionistas que se celebrarán el próximo mes de marzo. «Deben entender que tienen que devolver a sus plantillas parte de que éstas aportan a esas cuentas de resultados si quieren paz laboral», precisan desde Comisiones Obreras. La organización también se ha pronunciado sobre la ampliación de la movilidad geográfica, decisión que tilda de «indiscriminada».
UGT, por su parte, han asegurado que «no encuentra calificativo» para la reunión celebrada este jueves, puesto que las entidades, que van a batir «todos los récords de beneficio», son «totalmente ajenas» a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. «Parece ser que los únicos que ven el dinero son los accionistas, con incrementos en los dividendos y recompras de acciones, y los equipos directivos que poseen jugosos planes de incentivos», agregan.
Desde FINE, por su parte, alegan que los trabajadores «ya han hecho enormes esfuerzos para hacer frente a la crisis financiera, a la reestructuración del sector y al escenario provocado por una coyuntura de tipos de interés y de un IPC disparado». En el comunicado enviado destacan que esperaban un «gesto positivo» hacia los empleados, en lugar de «no aceptar la complicada situación laboral que sufren» y que se verá agravada a finales de enero con el incremento del 5% de las cotizaciones sociales.