En diciembre de 2023, en tres de las comunidades autónomas analizadas se incrementa el precio de las viviendas compartidas por encima del 10% en los últimos ocho años. Compartir una vivienda en País Vasco se ha incrementado un 14,8%, en Canarias un 13,8% y en Murcia un 11,3%. Le siguen muy de cerca Galicia con 8,6%, Comunitat Valenciana con 7,5%, Madrid con 7,5%, Cataluña con 6,7%, Asturias con 5,4% y Castilla-La Mancha con 0,6%. Por otro lado, en tres comunidades desciende el precio de la vivienda compartida en 2023 y son: Aragón con -0,8%, Castilla y León con -0,9% y Andalucía con -1,2%. En cuanto a los precios, las cinco comunidades con un precio por encima de los 400 euros al mes son: Cataluña con 582 euros/mes, Madrid con 541 euros/mes, Baleares con 489 euros/mes, País Vasco con 483 euros/mes y Navarra con 474 euros/mes.
Le siguen con un precio inferior las comunidades de Canarias 393 euros/mes, Comunitat Valenciana con 379 euros/mes, Aragón con 355 euros/mes, Cantabria con 355 euros/mes, Andalucía con 323 euros/mes, Galicia con 308 euros/mes, Asturias con 297 euros/mes, Región de Murcia con 294 euros/mes, Castilla y León con 272 euros/mes, Castilla-La Mancha con 247 euros/mes y Extremadura con 233 euros/mes.
«Año tras año el precio del alquiler se encarece y a través de él, el coste de compartir vivienda. El precio de los pisos compartidos ha aumentado incluso 3 décimas más (6%) que una vivienda entera (5,7%), debido a que la demanda de arrendamiento se está dirigiendo hacia la búsqueda de pisos compartidos como única solución habitacional hacia la emancipación al permitir repartir gastos·, señala María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
«Mientras la demanda de pisos compartidos ha aumentado en 14 puntos en un año, el precio ha llegado a sobrepasar los registros máximos históricos, y por ello, el nivel de sobrecrecimiento está siendo muy significativo. Tanto que, un gran volumen de demandantes de alquiler no puede permitirse acceder a una vivienda entera y por ello se ve obligada a compartir piso. La vivienda compartida es una de las vías más utilizadas por las clases sociales más vulnerables y por los jóvenes, ya que permite que el esfuerzo salarial dedicado a pagar la vivienda no sea tan abultado», explica.