Cada día que pasa, alguno de ellos o ellas, como ahora hay que decir se pone delante de un micrófono o una cámara y larga la barbaridad del día para que hablando de ella nos olvidemos del escándalo de la ley de Amnistía y todo lo que con ella se trata de tapar, y conseguir, que de todo y para todos hay
Hoy el turno ha sido para la vice Ribera, que últimamente esta haciendo méritos para que la jubilen, primero contra Imaz y hoy tratando de que el juez de la Audiencia Nacional, García Castellón sea expulsado de territorio nacional por el mero hecho de hacer su trabajo con honestidad y sin dejarse llevar por el interés de unos u otros. Según la vice, «hay algunas personas (.en este caso el juez.) que tienen cierta querencia por pronunciarse siempre en una misma dirección y en un momento particularmente oportuno frente a lo que suelen ser los pronunciamientos de otros compañeros dentro del ejercicio del poder judicial». «Evidentemente tiene una implicación política importante y suele salir a colación en momento sensibles», ha añadido.
A la pregunta de si cree que al juez García Castellón le pueda guiar un criterio político, ha contestado: «la hemeroteca demuestra que siempre tiene mucho acierto en las fechas y en la sensibilidad de las fechas».
Lo curioso del caso es que la que ha respondido a este tipo de acusación ha sido la ministra de defensa y ex juez quien ha afirmado que «los jueces españoles actúan siempre con arreglo a derecho, sometidos al imperio de la ley, son independientes y realizan un gran trabajo».
«Puede ser que a veces no se compartan las decisiones de los jueces, pero para eso está el sistema de los recursos, pero desde luego a mí me van a encontrar siempre, por convicción, apoyando a los jueces españoles, apoyando la independencia de los jueces españoles que actúan siempre cumpliendo la legalidad».
La pregunta es quine ordena a la vice Ribera meterse en este huerto para defender a Puigdemont y sus intereses, porque ella es incapaz de tomar tamaña decisión y luego la deja a merced de las criticas de propios y extraños.
Hay algo que no funciona y convierte a los ministros en papagayos de tres al cuarto sin ningún interés ni para los mas forofos del populismo sanchista.