Este brunch consta de tres platos y una bebida. El brunch comienza con un bocado dulce, pudiendo elegir entre un yogurt de coco acompañado con frutas de estación, miel y hierbas aromáticas o el mismo yogurt, acompañado de compota de frutas y crumble. Seguimos por un Pan Naam de coco con aguacate tatemado, tahini de hierbas y frutos secos o su Chipa: pan de harina de yuca con queso mimolette y provolone servido con salsa agridulce de tomate y ensalada. En tercer lugar, elegimos entre su Shakshuka: huevo poché con queso feta, yogurt y pan paratha o su sándwich halloumi; con berenjena asada y tomates secos. Para completar y acompañar este viaje gastronómico, elegimos entre su té de menta, su Peach Mosa (prosecco, pomelo y melocotón), su Mangibre (manzana, manzanilla, canela, lima y jengibre) o un Spritz.
No les falta razón a Mercedes y Agustín, fundadores del restaurante, cuando nos indicaban que “la carta es itinerante, y todos los platos llaman la atención casi por igual. Lo que demuestra ser una carta muy equilibrada y curiosa”.
Al traspasar las puertas de Zíngara, los comensales encuentran un ambiente que combina lo místico con lo orgánico. La decoración en esta jaima de lujo crea un escenario encantador con respaldos de sillas, peceras de cuarzos y una iluminación que cambia de color según el momento de la velada, transportando a los visitantes a un lugar donde la magia y la buena comida se entrelazan.
Zingara
Pl. de las Salesas 8, Madrid
Horario: Domingos de 13.00h a 18.00h
Precio medio: 37 euros