Y es que por mucho que se empeñen en vendernos a los españoles, que por cierto, somos los que pagamos esos dispendios, una y otra vez la cuerda se rompe por el lado mas débil, el de don Pedro que no tiene mas remedio que tragar y tragar, o hacer las maletas y salir de su querido palacete.
Así que hoy, tras escuchar durante semanas que el terrorismo era una línea roja de la discutida ley de amnistía, resulta que no es así, que no hay líneas rojas que valgan. Así que Bolaños se ha envainado sus argumentos y explicaciones sobre el tema y ha pactado con Junts transaccionar dos enmiendas. Una que tiene que ver con el terrorismo y que supone deshacerse de cualquier lastre derivado del caso de ‘Tsunami Democràtic’ o de los CDR y otra que modificará la aplicación de las medidas cautelares que servirá para blindar la llegada de Puigdemont y para que Junqueras pueda concurrir a las elecciones.
Y como no quieren huevos, pues dos docenas y la portavoz de los independentistas, la mismísima Nogueras, anunciando por los pasillos del Congreso un acuerdo que tenía que ver con el terrorismo, que estarán incluidos en la nueva ley con un fallo en firme. ¡¡Todo un espectáculo¡¡
Y que es lo que pasa con estas modificaciones. Pues que Puigdemont se sale con la suya, deja de ser un delincuente y pasa, por real decreto, y nunca mejor dicho, a ser igual que usted y que yo, con la diferencia que si usted o yo hubiésemos cometido la barbaridad que llevo a cabo don Carlos estaríamos entre rejas hace ya meses y no nos habrían indultado cono a don Oriol y compañeros mártires.
Es decir, usted y yo somo ciudadanos de segunda o de tercera clase y ellos, delincuentes convictos y confesos, de primera, Y todo gracias a la ambición desmesurada de un personaje que lo único que quiere es vivir en La Moncloa a cuerpo de rey y sin pagar un duro.