En declaraciones antes y después de asistir al Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha en Toledo, Page no quiso reafirmar las declaraciones en las que dijo que el PSOE se ha situado “en el extrarradio de la Constitución” porque considera ya ha hablado “suficientemente” y no quiere ser “protagonista”.
No obstante, sí subrayó que coincide “y mucho” con “la política social y económica del Gobierno”, aunque discrepa “claramente” en “el tema territorial” y el trato con “los independentistas”. “Mi adversario no es ningún socialista, son los independentistas”, apostilló antes de entrar al Pleno.
A su salida, atendió a los medios con más calma y profundizó en estas ideas. Reconoció que estas críticas “no son nuevas y no hay cambio” y, por tanto, “no hay problema”. “En el PSOE en el que yo empecé a militar hace muchísimos años se puede opinar, no pasa nada. Yo tengo una posición claramente minoritaria pero respetable, porque lo que hoy es minoritario a lo mejor en el día de mañana no lo es”, dijo. Page desveló que “no ha hablado con nadie” de la dirección del PSOE y dijo estar tranquilo ante la posibilidad de que haya sanciones contra él. “Solo me pongo nervioso cuando hay que ganar las elecciones”, añadió.
Por último, rechazó que haya “nerviosismo” en el PSOE nacional y achacó este choque de declaraciones al “momento delicado” que atraviesa el país con “un debate político muy agrio”. “Estoy muy de acuerdo con el 90% que hace mi partido y mi gobierno, pero discrepo en alguna cosa. Y yo creo que se me debe permitir hacerla. Y lo hago con respeto porque yo nunca ataco personalmente”.
Asimismo, preguntado por qué quería decir cuando trasladó a los presidentes de Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia que en su partido le quieren “extraditar”, Page dijo que no habla de “conversaciones privadas”.