Tras el éxito de esta propuesta, que incluso se fue de gira veraniega por Córdoba, Madrid y Valencia, la marca ha querido elevar esta receta hasta el punto de protagonizar uno de los nuevos certámenes de la edición 2024 de Madrid Fusión, el congreso de gastronomía más influyente del mundo.
Este certamen profesional se divide en dos categorías, patatas bravas tradicionales y patatas bravas creativas, para premiar lo clásico pero también acoger nuevas versiones de la popular receta: porque esta ración típica de las barras de toda España ha ido evolucionando con los años, en paralelo a la historia de La Casera® y a la del propio país.
Tras un filtro de candidatos realizado por los organizadores, siete han sido los seleccionados: estos finalistas, de todas partes de España, medirán fuerzas el día 30 de enero en la final del I Campeonato Nacional de Bravas de Madrid Fusión. El ganador conseguirá el título de Mejores patatas bravas para maridar con Tinto de Verano La Casera® de Madrid Fusión 2024. Los finalistas son:
Bravas creativas
Alejandro Ortega, del restaurante Vint (Mallorca)
Sergio del Río, del restaurante Oleo (Málaga)
Gonzalo Silla, del restaurante Vuelve Carolina (Valencia), de Quique Dacosta
José Luis Bonilla Tipan, del restaurante Lume (Santiago de Compostela), barra gastronómica de Lucía Freitas
Bravas tradicionales
Miguel Carretero, del restaurante Santerra (Madrid), recientemente reconocido con una estrella Michelin
Daniel Moreno, del restaurante Tragatá (Málaga), segunda marca del restaurante Bardal (dos estrellas Michelin)
Alejandro Loaiza, del restaurante Informal (Barcelona), con un Sol Repsol
El jurado, formado por profesionales del sector de la gastronomía y del periodismo gastronómico, proclamará un ganador en bravas tradicionales y un ganador en bravas creativas el martes 30 de enero, durante la segunda jornada del congreso de gastronomía más influyente del mundo. El ganador de cada categoría (bravas tradicionales y bravas creativas) conseguirá una comida en Noor (Córdoba, tres estrellas Michelin) con maridaje y una noche de alojamiento en el Hotel H10 Palacio de Colomera, valorado en 1.000 €, más un lote de productos de Tinto de Verano La Casera®.
Curiosamente, las patatas bravas nacieron en 1949, en el mismo año que La Casera®, una de las marcas más queridas en los hogares y en los bares de nuestro país. La salsa fue creada en el ya desaparecido bar La Casona. ¡No hay que olvidar que el icono de La Casera® es una casita! El local, en el número 3 de la madrileña calle Echegaray, era regentado por un santanderino que emigró a la capital y no tardó en hacerse famoso por ofrecer, como acompañamiento de sus tapas, unas patatas cortadas en cuadrados, fritas en aceite de oliva y aderezadas con una salsa ligeramente picante y muy sabrosa. Se popularizaron como ‘patatas Casona’ y la receta se extendió como la pólvora por la capital y por el resto del país, donde adoptaron el nombre de ‘bravas’. Con el tiempo, se fueron creando multitud de versiones en función del gusto de cada cocinero.
El sabor ligero y refrescante de Tinto de Verano La Casera®, elaborado con vino Tempranillo, armoniza a la perfección con esta receta. Su carácter chispeante y su filosofía, ligada a los buenos momentos en familia y con amigos, hacen que siempre tenga un lugar protagonista en las mesas y en las barras en las que se celebra lo bueno. Con este maridaje, La Casera® reivindica la tendencia que pone en valor las recetas más tradicionales y sus versiones más gastronómicas.
Siempre ha sido una marca pionera, adelantada a su tiempo y que ha marcado el camino. Cuando nació, hace 75 años –concretamente el 31 de mayo de 1949–, las gaseosas eran bebidas populares, muy locales y de poca calidad, y La Casera® se erigió en la primera gaseosa de calidad con presencia en todo el país. Su aparición en el mercado fue todo un acontecimiento: era una gaseosa nueva, transparente, saludable y fácil de combinar con vino, vermut o cerveza.
Su botella es un hito del diseño: en sus inicios, La Casera® se vendía en botellas de cristal transparentes, buscando transmitir la idea de limpieza e higiene; el tradicional cierre de corcho fue sustituido por un cierre mecánico de cabeza de porcelana que aseguraba que no perdiera fuerza y pudiera abrirse y cerrarse cuantas veces se quisiera. Al tratarse de un envase innovador y reutilizable, contribuyó a que se perdiera la costumbre de rellenar el sifón.
A medida que España fue evolucionando, la marca lo hizo de su mano. A lo largo de su historia La Casera® ha sido pionera en el lanzamiento de nuevas fórmulas. A principios de los 60 da un paso más con la creación de nuevos sabores: La Casera Limón y La Casera Naranja. La marca fue creciendo año tras año y en los 70 lidera completamente el mercado y se convierte en el refresco familiar por excelencia.
En los años 80 se produce el apogeo de la marca: se lanzan al mercado nuevos e innovadores formatos para la época, la lata, la botella de plástico y la de vidrio no retornable, haciendo a La Casera más fácil beber en cualquier momento y en cualquier lugar. Además, aparece La Casera Cola, la primera cola sin cafeína de nuestro país. Algunas de sus campañas de publicidad –con eslóganes como ‘No coma sin ella’ o ‘Si no hay Casera nos vamos’– son recordadas por varias generaciones.
En 2001 La Casera® fue adquirida por la multinacional Cadbury-Schweppes, después absorbida por el grupo japonés Suntory. Como respuesta a la demanda tanto de los consumidores como del profesional de la hostelería, nace entonces el producto estrella de la marca, el Tinto de Verano La Casera®, que puede encontrarse en una cómoda botella de vidrio en cuatro versiones: tinto de verano clásico, clásico 0,0, con limón y con limón 0,0. Tinto de Verano La Casera y Tinto de Verano Limón La Casera están elaborados con vino Tempranillo nacional y con ingredientes 100 % de origen natural (zumo natural de limón del Mediterráneo de La Casera en el caso de la variedad cítrica). Además, ofrece Distinto (con vino blanco de uva verdejo, gaseosa La Casera® y zumo de limón) y aperitivos de sidra y vermut. Con estos últimos lanzamientos, la marca busca adaptarse a las demandas del público actual: un consumidor consciente que apuesta por productos versátiles y de baja graduación alcohólica, siempre sobre la base de una gaseosa que contiene desde sus orígenes 0 azúcares y 0 calorías.