El que fuera ministro de Economía en el Gobierno Rajoy ha apuntado así que «no sería bueno desde el punto de vista económico que se determinase por ley», sino que dicha reducción deberían acordarla empresas y trabajadores. Ha sido uno de los temas sobre los que el ‘número dos’ del BCE se ha pronunciado en una entrevista concedida este lunes al programa ‘Las Mañanas’ de RNE.
El vicepresidente del Banco Central Europeo, de Guindos, considera lógico que la jornada laboral siga reduciéndose en España, si bien recuerda que no todas las empresas o sectores son iguales. En aquellas que son muy pequeñas, con uno o dos empleados, será muy difícil y no así en las empresas grandes. El que fuera ministro de Economía con el Gobierno de Mariano Rajoy ha apuntado así que «no sería bueno desde el punto de vista económico que se determinase por ley», sino que dicha reducción deberían acordarla empresas y trabajadores.
Ha reconocido que existen retos pendientes, como el de reducir una ratio deuda sobre PIB elevada (se situaba en el 109,8% del PIB en el tercer trimestre del año pasado) y llevar a cabo proceso de consolidación fiscal «prudente», pero que mande un mensaje de compromiso con la reducción de los desequilibrios. También está, ha señalado, la tasa de paro, que se mantiene muy por encima de la media europea, como ha puesto de manifiesto la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre del año pasado. España, ha recordado, tiene además un problema de falta de mano de obra en determinados sectores. Con todo, Luis de Guindos ha puesto en valor la «sorprendente la capacidad exportadora» que está mostrando la economía nacional que, tradicionalmente, registraba siempre déficit de la balanza comercial y llevamos desde 2013 con superávit ininterrumpido.
Sobre la EPA ha considerado que, si bien ha confirmado que se está creando mucho empleo, el avance en horas trabajadas es menor. Esto indica que el empleo se reparte entre más gente y puede tener que ver, en su opinión, con el aumento de los fijos discontinuos. Los datos empiezan a evidenciar, eso sí, una desaceleración en la creación de puestos de trabajo. Dado que no hay problemas desde punto de vista del sector bancario, si se mantiene esta competitividad y la política fiscal empieza demostrar señales moderación, «España no tendrá problemas de financiación» en los mercados, ha incidido, para recordar que el BCE ha dejado de adquirir bonos soberanos de los países del euro, cuando entre 2020 y 2021 toda deuda neta que España la emitió la adquirió la entidad. Es necesaria una «política fiscal prudente», no ajustes.
El vicepresidente del BCE ha asegurado que la institución no cuenta con «ningún tipo de calendario» para bajar los tipos de interés -la tasa de referencia se mantiene el en 4,5% desde el pasado mes de septiembre- y que esta decisión dependerá de los datos y de cómo se comporte la inflación. «Bajaremos los tipos de interés cuando estemos convencidos de que la inflación va a converger hacia nuestro objetivo del 2%», ha subrayado. Con todo, ha destacado que el comportamiento de la subyacente hace prever una evolución a la baja.
De Guindos ha reconocido que existen «riesgos», como la crisis en Oriente Próximo y el Mar Rojo, que puede afectar a los costes del transporte, así como la evolución de los costes laborales unitarios, ligados a la evolución de salarios y «con una productividad muy reducida en Europa», que puede acabar generando efectos de segunda ronda.
De momento, los salarios están creciendo por encima del 5%, aunque en desaceleración, si bien la situación no es la misma en todos los países y las tensiones son más profundas y evidentes en los del Norte que en los del Sur. Por último, De Guindos ha explicado que los márgenes empresariales han crecido «mucho menos» en Europa y que el alza de los costes laborales unitarios está siendo absorbida en parte por los beneficios empresariales. No se está trasladando a los precios, «lo cual es una evolución positiva», ha puntualizado.