Según la CETM, cada día 20.000 camiones cruzan la frontera hacia Francia y las pérdidas serían de 600 euros por día y por camión, «por lo que estaríamos hablando de 12 millones de euros de pérdidas diarias y esa cifra no tendría en cuenta los daños ocasionados a los camiones que han sido atacados ni el valor de la mercancía destruida o estropeada», advierten.
La patronal también ha denunciado que «estamos teniendo conocimiento a través de nuestros asociados de que el Gobierno francés está reclamando a los transportistas españoles que han sido atacados un pago asociado a los servicios de limpieza que se realizan en las autopistas después de que los agricultores asalten sus camiones y tiren las mercancías, lo que nos parece una humillación absoluta que debe rechazarse con firmeza desde nuestro Gobierno».
CETM se ha dirigido por carta tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como al Ministerio de Transportes, para que actúen de forma inmediata ante la situación ante lo que consideran una postura tibia.
Por su parte, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) también ha lamentado la posición del Ejecutivo al asegurar que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible no ha respondido a la llamada urgente del sector respecto a las protestas en Francia. «Lamentamos profundamente esta falta de respuesta por parte del Gobierno español, del que hasta la fecha desconocemos qué tipo de acciones pueda o no estar realizando. La ausencia de declaraciones públicas de apoyo y condena hacia estos actos ha generado una creciente inquietud entre muchos de nuestros miembros, que se sienten desamparados en una situación cada vez más tensa», ha declarado el vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia.
El vicepresidente de Astic, como la CETM, ha denunciado que «las protestas están provocando pérdidas millonarias, no solo a las propias empresas transportistas españolas, sino también a compañías de muchos otros sectores económicos que se ven indirectamente afectadas por estos disturbios al no poder enviar o recibir productos de toda clase; desde neumáticos y productos químicos hasta productos textiles o alimentarios; estos últimos de carácter perecedero, con lo que este hecho implica en la demora de su transporte», ha explicado Valdivia.