Creemos que tanto el tono del comunicado como el de la rueda de prensa del presidente de la institución monetaria, Jerome Powell, fue relativamente equilibrado: la Fed indicó a los mercados que se avecinan recortes, pero no se comprometió a una flexibilización tan temprana como los mercados financieros esperan actualmente. De la declaración de la Fed se extrae algo interesante: se eliminó la frase de la declaración anterior que se refería a un endurecimiento adicional de la política monetaria, indicando claramente a los mercados que el próximo movimiento de los tipos será a la baja. Esto difícilmente puede considerarse una sorpresa para los inversores, dado que antes de la reunión los futuros ya no asignaban ninguna posibilidad a nuevas subidas y preveían recortes de alrededor de 140 puntos básicos en 2024.
Sin embargo, en su comunicado, la Fed echó un jarro de agua fría sobre la posibilidad de un recorte de los tipos de interés ya en su próxima reunión de marzo. De hecho, el mensaje subyacente de todo el anuncio de enero del FOMC es que los miembros necesitan ver más indicios de desinflación antes de que el banco pueda expresar su confianza en alcanzar su mandato de inflación. Durante su rueda de prensa, Powell mencionó que probablemente será necesario bajar los tipos este año. Sin embargo, reforzó la opinión de que se necesitarán más datos sobre la inflación antes de comenzar la relajación, afirmando que el banco está «muy atento» a los riesgos de una inflación elevada.
Los comentarios de Powell sobre la economía estadounidense durante su rueda de prensa fueron relativamente optimistas. Afirmó que el crecimiento fue de «fuerte a sólido» el año pasado, aunque los responsables de la política monetaria prevén una moderación de la expansión en los próximos meses.
La retórica sobre el mercado laboral también fue bastante optimista. Una vez más, describió el mercado laboral como «fuerte», y Powell afirmó que las presiones salariales tardarían «un par de años» en normalizarse. En nuestra opinión, esto sigue siendo clave para las perspectivas de inflación, y no hubo indicios de que los miembros del banco central vieran un enfriamiento material de las condiciones del mercado laboral a corto plazo.
Sin duda, lo más destacado del anuncio fue la contundente negativa de Powell a un recorte de los tipos de interés en primavera, ya que declaró que un recorte en marzo no entraba en el escenario base de la Fed. Se trata de una orientación futura (forward guidance) inusualmente explícita que, en nuestra opinión, tal vez fuera necesaria dado el agresivo reajuste de las expectativas de tipos de interés tras la reunión de diciembre del FOMC, que en su momento nos pareció excesivo. En nuestra opinión, esto elimina casi por completo la posibilidad de que se inicie el ciclo de relajación en marzo, suponiendo que no se produzca un descenso significativo de la inflación y quizás un deterioro del mercado laboral entretanto, lo que podría mantener la posibilidad de un recorte de tipos en marzo.
El dólar repuntó tras los comentarios agresivos de la Reserva Federal, y subió aún más tras las declaraciones de Powell sobre una reducción de tipos en marzo. En el momento de escribir estas líneas, los mercados de futuros asignan alrededor de un 35% de probabilidad a un inicio de la relajación en la reunión de marzo, frente a más del 50% que asignaban antes de la rueda de prensa. Llevamos tiempo diciendo que probablemente tendríamos que esperar al menos hasta la reunión de mayo para el primer recorte, por lo que esta revisión de las expectativas nos parece totalmente apropiada.
De hecho, esperamos que el primer recorte de 25 puntos básicos se produzca en la reunión de junio, y seguimos previendo un total de 100 puntos básicos de recortes hasta finales de año. Teniendo en cuenta la valoración actual del mercado (31 puntos básicos de recortes para marzo), esto podría llevar a una ligera subida adicional del dólar a corto plazo.