Además, en pleno rearme de la presencia del Estado en empresas consideradas estratégicas, el presidente de CaixaBank, Goirigolzarri, rechazó que en el caso del banco participado por el Frob esté habiendo interferencias por parte del Gobierno y de los políticos. El presidente y el consejero delegado de CaixaBank, Gortázar, dedicaron parte de la presentación de los resultados anuales del banco a recalcar que su intención es continuar en Valencia. En plena tormenta política por el acuerdo de los socialistas y Junts para la vuelta de las sedes de empresas catalanas que dejaron esa comunidad con el procés, como la propia CaixaBank. Goirigolzarri fue tajante al descartar una vuelta a Barcelona.
«En el primer consejo de administración de la nueva CaixaBank tras la fusión con Bankia dijimos que estábamos en Valencia con vocación de permanencia. Eso no ha cambiado y pensamos lo mismo», señaló. El presidente de CaixaBank aseguró que «no nos sentimos presionados» por los anuncios del partido independentista y su acuerdo para la investidura, en el que llegó a plantear hasta sanciones a las empresas que no regresasen.
La entidad defiende que la continuidad en Valencia «es así porque lo consideramos lo mejor para nuestros depositantes y accionistas», según su presidente. «Es un lugar extremadamente equilibrado», señaló Goirigolzarri, que al ser cuestionado sobre por qué motivos era mejor la capital valenciana añadió que «cualquier lugar no reúne las condiciones de origen que tiene Valencia, nos ha acogido magníficamente y estamos muy cómodos».
Ante las continuas repreguntas sobre la polémica por el plan para que las corporaciones que dejaron Cataluña regresen el responsable de la entidad financiera aseveró «no hemos participado en ninguna conversación sobre el regreso de la sede».
El presidente de la entidad también habló sobre la presión política sobre las empresas. «Nosotros no estamos teniendo ningún tipo de injerencias políticas en la gestión de CaixaBank. Eso ha sido así desde la fusión y lo fue también antes», declaró Goirigolzarri durante la presentación de los resultados en Valencia ante las preguntas por la decisión de Gobierno de Pedro Sánchez de hacerse con un porcentaje de Telefónica y el pacto entre los socialistas y Junts para incentivar el regreso de compañías que salieron de Cataluña.
El presidente de CaixaBank marcó distancias entre la anunciada inversión del Gobierno en Telefónica y la del Frob en CaixaBank. «La participación en Telefónica y la de CaixaBank son dos casos muy distintos», aseguró.
El ejecutivo recordó que el Frob está en el accionariado de Caixabank porque «estaba en Bankia por el rescate de la crisis financiera en 2012. Goirigolzarri insistió en que la salida del Fondo controlado por el Estado «es una decisión que debe tomar el Frob y el Gobierno. «Es cierto que tiene una fecha de salida que ha ido moviendo». Además recordó que ese «origen» también fijaba la no permanencia en el capital.
Tanto Goirigolzarri como el CEO Gortázar, alabaron a Telefónica y su posicionamiento empresarial. «Es una compañía muy atractiva bien gestionada», valoró Gortázar, que añadió que «es bueno el interés inversor» en su acción. «El Estado piensa que Telefónica es una compañía estratégica y en otros países europeos así lo piensan también, no debemos leer más allá de lo que está a la vista», comentó el CEO, que apuntó que no prevén modificar su estrategia como accionista del operador.
Nuestra rentabilidad es sostenible y hemos pensado que es más razonable dividir el pago de dividendos en dos veces. Pensamos que tiene más sentido para nuestros accionistas. Seguimos generando capital y nuestra prioridad es distribuir el exceso a nuestros accionistas. La historia de las recompras de acciones no terminará aquí.
Queremos hacer recompras de acciones más frecuentes y de menor importe, similar a la que realizamos la última vez de 500 millones, en lugar de la que anunciamos anteriormente de 1.800 millones», ha señalado Gortázar, durante la presentación ante analistas de los resultados anuales del banco. Cuestionado sobre el riesgo de tener que recortar el dividendo en los próximos años, ha señalado que «espero que nuestros resultados sean resilientes y no espero que nuestra rentabilidad caiga en 2024».
En este sentido, ha añadido que «las bajadas de tipos de interés que se esperan en la zona euro pueden provocar un repunte de la actividad y la demanda de crédito durante los próximos meses, lo que puede ser positivo para nuestro negocio». Por otro lado, ha explicado que «nuestro objetivo es crecer de manera orgánica. No somos activos en operaciones corporativas y, en esta etapa, no vemos valor en realizar adquisiciones en nuestros mercados».