La compañía pública espera que esta modernización sirva para detectar y reducir el fraude en los accesos y controlar la presencia de los viajeros a bordo de los trenes. Como parte de este proyecto, Renfe instalará un total de 2.250 terminales para el personal a bordo de los trenes, además de 2.300 impresoras térmicas para la emisión de billetes. Las renovaciones necesarias se han estimado a partir de las necesidades comerciales de la compañía ferroviaria, según apunta la empresa en un comunicado.
Gracias a estos nuevos terminales se podrá facilitar el trabajo de los interventores, optimizando las gestiones post venta, así como las operaciones de venta cruzada con otros productos. Así, Renfe busca «enriquecer» el servicio que presta a sus clientes, haciendo posible una experiencia más personalizada y digitalizada en cada uno de sus pasos.
Además de la instalación de estos terminales, Renfe contratará el servicio de gestión, comunicaciones, soporte técnico y el mantenimiento del hardware y de las aplicaciones móviles.