La prolongación de la favorable situación económica, el buen comportamiento del gasto de las familias, en particular en turismo y viajes, y del mercado de trabajo, así como la recuperación de la normalidad en la movilidad, permitieron de nuevo un sensible crecimiento del negocio de transporte de viajeros por carretera. El segmento de transporte regular de uso general se vio impulsado por la vuelta a la normalidad en la movilidad y las subvenciones públicas establecidas por la Administración para los viajeros frecuentes. Esto permitió un aumento del 33% en el número de viajeros en 2022, siendo especialmente significativo el crecimiento de la demanda en las líneas de larga distancia, cifrado en el 75%. En conjunto la facturación de este segmento alcanzó los 1.950 millones de euros en 2022 (+36,8%). No obstante, fue el transporte discrecional el segmento con mayor crecimiento en dicho año, gracias al buen comportamiento del sector turístico. Así, usaron este servicio un total de 163 millones de viajeros, lo que supuso un incremento del 142,5%. En términos de negocio, este segmento alcanzó los 450 millones de euros.
La demanda de transporte regular de uso especial, en cambio, mostró en 2022 un menor aumento, alcanzando su facturación los 650 millones de euros, un 4% más que en el año anterior. (En enero de 2023 se encontraban autorizadas para operar 2.776 empresas, lo que supuso un significativo descenso respecto al año anterior. Se prolonga, de esta forma, la tendencia de progresiva concentración de la oferta que venía registrándose anteriormente, en un sector tradicionalmente caracterizado por su atomización. Las diez primeras empresas alcanzaron en 2022 una cuota de mercado conjunta del 52%.
También el número de autobuses experimentó un retroceso, pasando de los más de 44.000 a 1 de enero de 2022 a unos 41.800 a 1 de enero de 2023. Esto supuso que el número medio de vehículos autorizados por empresa aumentó hasta el entorno de los 15