La Alianza para la Excelencia Turística -Exceltur- auguró durante la presentación de los resultados anuales del sector que, pese al empeoramiento económico generalizado de los principales países emisores a España, precisamente la cercanía de la Semana Santa permitirá afrontar un inicio de año positivo para el turismo. El buen tino de la industria es ya un motivo de peso para evaluar el rendimiento general de la economía española. Por ejemplo, según Exceltur en 2023 el turismo explicó cerca de un 70% del crecimiento real de la economía española y, si bien calculan que ese impacto se reducirá notablemente este año, el turismo seguirá siendo uno de los sectores de más dinamismo a lo largo de 2024. Además, según adelantó ECD, la Confederación Española de Agencias de Viaje estimaba a finales de enero un incremento de un 6% con respecto a 2023 de las reservas para Semana Santa.
A este panorama, se le suma una economía que ya da síntomas de crecimiento. La herramienta de economía en tiempo real de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estima a fecha de 8 de febrero la economía española crecerá un 0,7% este trimestre, una décima más que en el cierre de 2023. «Todo puede cambiar mucho, falta información de casi todo el primer trimestre, pero que ya empiece tan fuerte el año nos dice que esto no va a menos, va a más», afirma Hidalgo, miembro del consejo asesor del ministerio de Economía y profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Hidalgo apunta a que aún hay factores cuya evolución está todavía en una situación comprometida, como es el caso del consumo público, que ha ayudado a aupar el PIB en el último tramo del año. No obstante, también hay datos con un perfil más positivo: «Tienes al sector exterior recuperándose tras meses regulares, el dato de empleo de enero fue bueno… Esto lleva a pensar que lo peor ha pasado, que nos hemos escapado, y que ahora vamos a una fase de crecimiento más positivo, aunque todavía es pronto».
Pese a la prontitud, las previsiones macroeconómicas definían un panorama bien distinto al que se está dibujando en España. Miguel Cardoso, economista Jefe para España en BBVA Research, afirma que las perspectivas indicaban que la Europa afrontaría la primera mitad del año con su economía estancada, más allá de cómo evolucionara el mercado laboral, por el impacto del aumento de los tipos de interés sobre el gasto disponible de los hogares. «La tendencia ya se rompió», sentencia Cardoso. «En el cuarto trimestre, buena parte del crecimiento del PIB derivaba del sector exportador y del turismo», prosigue.
Por otro lado, España también afronta factores estructurales que apoyan el mejor desempeño del turismo. El análisis sectorial de CaixaBank Research publicado a finales de enero concluía que el impacto de las tensiones geopolíticas internacionales en países competidores de España en el Mediterráneo oriental -como Egipto-, están entre los factores que hacen prever un alza del 3,8% en el turismo internacional este año hasta los 87 millones. No obstante, el gran acicate del turismo ha sido el aumento del gasto, por encima de la recuperación de los viajeros. Como ejemplo de esto, el año pasado el número de turistas ha crecido un 1,9% frente a 2019 y un 18% frente a 2022; pero el gasto ha sido un 18,2% superior al del año previo a la pandemia y un 24,7% mayor que en 2022.
Lejos de ir a menos, la tendencia se acelera. BBVA Research dispone de herramientas para analizar a través de los pagos por TPV de los no residentes, lo que ofrece una interpretación de cómo evoluciona el gasto turístico. «En el mes de enero estamos viendo un crecimiento del 15% del gasto extranjero en España, se ha acelerado con respecto a los meses anteriores que veníamos de crecimientos de entre el 5% y el 10%», detalla Cardoso.