La subida acelerada de los tipos de interés, llevada a cabo por el BCE a lo largo del año para contener la inflación, ha hecho que el margen de intereses de todas las entidades que conforman la gran banca española se haya disparado, alcanzando los 28.367 millones de euros en 2023 por sus actividades en España, lo que supone un 46% más que en 2022. Durante varios años los tipos de interés muy cercanos a cero recortaron parte de los ingresos tradicionales de los bancos, por lo que optaron por aumentar las comisiones. Pero esta subida de los tipos de interés, actualmente en el 4,5%, ha provocado un aumento espectacular de los márgenes de los intereses bancarios.
Asimismo, es de destacar, que los gastos de explotación se han contenido razonablemente en 2023, creciendo un ajustado 5,3%, lo que ha conllevado que el ratio de eficiencia se sitúe por debajo del 45% en la gran banca española salvo en Unicaja que se situó en 48,4%. Esto ha sido debido a la reestructuración que ha llevado a cabo el sector bancario en los últimos años, con la reducción de oficinas y empleados por las diferentes fusiones y adaptaciones a la digitalización acelerada por la pandemia, que ha ayudado a la reducción de costes.
Todo ello ha hecho que la rentabilidad de la gran banca española se haya situado entorno al 15% en términos ROTE, salvo el Sabadell que está al 12% y Unicaja al 5,3%, logrando así cubrir, en términos generales, el coste del capital. Igualmente, su solvencia alcanza niveles muy positivos en términos de CETI fully loaded, destacando Unicaja con 14,7% y el Sabadell con 13,2%.
Esta situación la ha ido reflejando el mercado donde se ve en 2023 los valores de los bancos españoles que conforman la gran banca hayan subido en términos medios un 13,7%, permitiendo incluso a alguna entidad superar con su cotización su valor en libros, como es el caso de Bankinter.
Por lo que respecta a las perspectivas para 2024, la gran banca española señala que mantendrá, en términos generales, los niveles de resultados alcanzados en 2023, a pesar de que a partir de la segunda mitad del año, muy probablemente, el BCE comience a bajar los tipos de interés y que, quizás, pudiera comenzar la guerra por el pasivo entre entidades, de la que tanto se habla.
Esta previsión de resultados para 2024 podrá ser así solo si los bancos impulsan en estos meses las actividades que generen más comisiones. De esta forma, tendrán que continuar con la comercialización proactiva de fondos entre sus clientes e impulsar la venta de seguros, entre otros productos. Igualmente, habría que agitar sus líneas de negocio de banca de empresas y de inversión, como fuentes tradicionales de comisiones. Además, habría que contar con que la morosidad no se dispare durante el año por un deterioro de la economía, que pudiera conllevar a un aumento del desempleo.
En definitiva, la gran banca española deberá seguir trabajando en la consolidación de los modelos de negocio que impulsen su rentabilidad y la defiendan de entradas no deseadas en su capital, al tiempo de protegerse ante nuevos players en el sector.