Se trata del futuro quinto operador por número de abonados, tras Telefónica, la fusionada Orange-MásMóvil, Zegona-Vodafone y Digi.
En este sentido el equipo de O’Hare, presidente del fondo de capital británico, trabaja actualmente en la posible incorporación de Avatel a su proyecto con el menor impacto en el endeudamiento de Zegona. Este asunto se está manejando con la discreción propia de estas operaciones en fases embrionarias, sin que hayan trascendido los importes ni otros detalles. No obstante, otras fuentes del mercado aventuran que la integración de Avatel en el futuro Vodafone podría realizarse por medio de acciones de la compañía resultante, sin desembolso de efectivo por medio. Asimismo, en el caso de que prosperen los primeros contactos entre Zegona y Avatel, no parece que existan obstáculos regulatorios para la consolidación del tercer y futuro quinto jugador del mercado español de las telecomunicaciones.
La eventual integración de Avatel en Vodafone proporcionaría a este último operador un peso relevante en el ámbito local, ya que la compañía que dirige Ignacio Aguirre está históricamente especializada en servicios residenciales de fibra óptica proporcionados en la España Vaciada.
Por parte de Zegona-Vodafone España, la incorporación de los activos de Avatel aportaría al grupo cierto músculo ante la competencia que se presume feroz por parte de Digi, que se verá reforzada gracias a los remedios de la fusión Orange España-MásMóvil, pendiente de una decisión de Bruselas que no podrá demorarse más allá del 22 de febrero.
La suma de las plantillas de los dos operadores alcanzaría los 6.600 trabajadores (4.000 empleados de Vodafone y 2.200 de Avatel), por detrás de la compañía resultante de la fusión de Orange España y MásMóvil, con 7.000 profesionales y los más de 17.500 empleados de Telefónica España, una vez descontados las 3.421 bajas voluntarias de los últimos días.
Hasta la fecha, Avatel se considera un «actor clave en la consolidación del sector de las telecomunicaciones en España, posicionándose como el principal aglutinador del segmento local, con amplia experiencia para consolidarse como operador de referencia nacional». Solo el año pasado, Avatel adquirió 25 nuevos operadores, con los que Avatel logró multiplicar su presencia en todo el país, con redes distribuidas en una docena de provincias y siete comunidades autónomas. El importe de las referidas compras ronda los 85 millones, si bien en todas ellas el grupo pagó el 90% del precio, reteniendo un 10% en concepto de pago diferido sujeto a la inexistencia de litigios, contingencias o pasivos de otras características que pudieran surgir hasta en un periodo máximo de dos años desde la fecha de adquisición.
Según datos del cierre de 2022, el grupo presenta unas cifras consolidadas de ingresos y ebitda de 265 millones y 91 millones respectivamente (en 2021 de 191 millones y 59 millones respectivamente, lo que representa crecimientos del 39% sobre ingresos y del 55% sobre ebitda, con respecto a 2021). A su vez, el ebitda ajustado consolidado alcanza los 109,5 millones (78,2 millones en 2021). Según el plan estratégico de Avatel, el grupo planea continuar con su proceso de expansión a través de la adquisición de operadores locales y su consecuente incremento tanto orgánico e inorgánico. De esa forma, Avatel reconoció en sus cuentas de 2022 su objetivo de consolidarse como el quinto operador convergente nacional, así como dar continuidad al proceso de optimización y simplificación; aumentar la cartera de clientes y su huella de cobertura apalancados en nuevos despliegues. En sus planes inmediatos, el operador también tiene la intención de integrar los nuevos operadores adquiridos y fortalecer los negocios, en los segmentos de empresas y mayoristas.
Al margen de Avatel, Zegona trabaja en otros dos frentes de forma simultánea, ambos sobradamente públicos: el consabido cierre de la compra de Vodafone España por 5.000 millones de euros, trámite ya encarrilado como para esperar una resolución de forma casi inminente; la negociación con Finetwork para renovar hasta 2029 el contrato de suministro de red fija y móvil que expira el próximo 1 de abril, presumiblemente con una mejora sustancial de las condiciones para su principal cliente mayorista.
La eventual integración de Avatel en la futura Vodafone supondría un golpe adverso para Telefónica, compañía que actualmente proporciona sus infraestructuras fijas y móviles al operador dirigido por Aguirre. En el supuesto de que Avatel vincule su destino a Vodafone, todo apunta que cambiaría de proveedor en cuanto termine el actual contrato, con la correspondiente migración del servicio de telefonía móvil y fijo hacia las redes del ahora operador rojo. Esta potencial pérdida de cliente mayorista se podría agravar en el supuesto de que Digi decida cambiar de suministrador de red, opción que ha quedado abierta en el contrato de compra de ‘remedios’ excedentarios de Orange España-MásMóvil.