La filial de Meliá será la propietaria de forma directa o a través de subsidiarias, de tres establecimientos hoteleros: Me London (Londres), Gran Meliá Palacio de Isora (Tenerife) y Meliá Cala Galdana (Menorca). «Estos establecimientos son reconocidos por su singularidad y prestigio, ubicados en lugares extraordinarios y en óptimas condiciones de conservación y valoración. Los hoteles seguirán siendo operados por empresas del Grupo Meliá», señala la empresa.
La compañía de la familia Escarrer acarreaba una deuda bancaria de más de 1.000 millones de euros, aunque teniendo en cuenta otros pasivos como bonos, alquileres e impuestos diferidos, la deuda bruta de la empresa se sitúa cerca de los 3.000. La cifra de su deuda neta se encuentra en torno a los 2.700 millones, con una liquidez de un 358 millones a 30 de septiembre de 2023.
El gasto de la financiación bancaria en los nueve primeros meses de 2023 alcanzó los 55 millones de euros, más que en todo 2022 (45 millones) debido al alza de los tipos de interés. Por otro lado, la revisión de alquileres de algunos de sus hoteles conforme a la inflación llevará esta partida por encima de los 32 millones este año, un 10% más que el ejercicio anterior.
En el tercer trimestre de 2023, el grupo ingresó 568 millones (+6,9% interanual), su Ebitda alcanzó los 168 (+1,9%) y beneficio neto de 52,4. Los analistas esperan que, en el conjunto del ejercicio, sus ingresos crezcan un 11% anual, hasta 1.885 millones, su Ebitda se sitúe en torno a los 477 y su beneficio en 104 millones. Meliá replica de este modo la fórmula de la incorporación de un socio externo que aporte capital. En 2015, la cadena hotelera mallorquina constituyó junto a Starwood Capital la sociedad conjunta Starmel JV a cambio de una inyección de 170 millones de euros. Meliá llegó a ceder el 80% de esa filial que agrupaba la propiedad de hoteles de cuatro hoteles en Ibiza, Costa del Sol, Lanzarote y Mallorca. Dos años más tarde, el socio financiero vendió por 230 millones esa participación a la firma London Regional Properties y Meliá mantuvo su 20%, revalorizando el valor de ese activo.