El sector de alimentos, bebidas y de tabaco ha sido el segundo de más peso dentro de las exportaciones españolas (con un 17,6 % del total) solo superado por el de bienes de equipo. Por destinos y productos, en la balanza comercial española destaca la importancia de los datos positivos gracias a las ventas de frutas, hortalizas y legumbres a Alemania; del lado negativo resalta la caída de exportaciones de aceite a Bélgica. Por su parte, las frutas, hortalizas y legumbres son las de mayor importancia, dentro de la balanza agroalimentaria, con unas ventas exteriores por valor de 22.918,4 millones de euros y un incremento del 5,1 %; las importaciones hortofrutícolas también aumentaron, con 8.218,3 millones, un 12,1 % más que en 2022. Las ventas exteriores de productos cárnicos ocupan el segundo lugar, con 12.192,6 millones y un repunte del 6,4% mientras que las importaciones alcanzaron 3.385,6 millones y subieron un 13,7%. En tercer lugar se sitúan las exportaciones de aceites y de grasas, con 6.847,6 millones, aunque descendieron un 2,9%, mientras que las importaciones se situaron en 5.253,8 millones y cayeron un 11,8%.
Los pescados, mariscos y conservas forman el cuarto grupo en valor de exportaciones, con 5.344 millones, y un leve descenso del 0,2 %, pero España es deficitaria en el comercio pesquero, con unas importaciones por valor de 8.183,5 millones (-7,9%). Esto significa que el déficit comercial pesquero se redujo hasta los 2.839,5 millones (-19,5 % frente a 2022) e ilustra la caída del consumo nacional de esos alimentos. Por su parte, las exportaciones de bebidas alcanzaron 5.062,5 millones, con un leve retroceso del 0,3 %, mientras que las importaciones crecieron un 9,8 % y alcanzaron 2.345 millones.
Dentro de la balanza comercial destaca el incremento porcentual de las exportaciones de tabaco (+31,3%) hasta 414,1 millones, aunque España tiene un saldo negativo en comercio tabaquero de 1.498 millones. También han subido las exportaciones españolas de azúcar, café y cacao un 10,4%, hasta los 2.771 millones, pero se incrementaron las importaciones hasta 4.775 millones (+14%), con un saldo negativo de 2.004,3 millones. Las exportaciones de lácteos y huevos alcanzaron los 2.409 millones y subieron un 8,5%, pero las importaciones también repuntaron un 10,5%, hasta los 3.266,5 millones; España tiene un déficit comercial de 857 millones de estos productos.