Su nombre, Onoé, rinde tributo a los 16 olivos de Noé (en Bchaaleh, El Líbano), los más antiguos del mundo, con 6.000 años de vida, y que son considerados sagrados. Siguiendo la historia del restaurante, y como no podía ser de otra manera, la base de cada uno de sus platos se encuentra en la excelencia de su aceite de oliva, rindiendo tributo a estos milenarios árboles.
Onoé presume de ofrecer una cocina libanesa mediterránea y minimalista, una fusión entre la gastronomía de El Líbano con la italiana y la española. Este cuidado bistró, con capacidad para 27 personas, está liderado por Rayan El Hamoush y Reem Jundi, con raíces en El Líbano y fieles conocedores de sus costumbres en la cocina. Onoé ha diseñado una carta que parte de la tradición libanesa, pero que deja de lado lo que ya conocemos, para ofrecer un concepto que se basa en la fusión de distintas culturas. El restaurante, ubicado en la calle Hermosilla, 65, reinterpreta los platos típicos, como los diferentes hummus, que se ofrecen con chorizo, con pulpo o con solomillo al pesto. Otro ejemplo de esta fusión llega en forma de shawarma, un clásico en la cocina libanesa, pero que se sirve en forma de taco, convirtiéndolo en un plato minimalista y muy distinto a lo que se ofrece en otros restaurantes libaneses tradicionales. «Nuestros platos son una poesía que quiere rimar los sabores libaneses con los españoles, italianos, griegos… todo para crear una sinergia de culturas y experiencias», apuntan los creadores del concepto. Rayan El Hamoush siempre había querido abrir su propio restaurante y al mudarse a Madrid decidió que su proyecto de restauración debía comenzar aquí. Libanés y amante de la gastronomía de su país, optó por crear un concepto de gastronomía distinto al habitual, con una carta que es “como si te invitase a comer en su casa”.
En la carta de Onoé destacan platos como la burrata Onoé, una reinterpretación del clásico italiano con un toque de El Líbano, pues la burrata corona una tradicional musakaa libanesa. El hummus con chorizo es una fusión audaz de sabores que combina la cremosidad del hummus tradicional con la calidez y el sabor ahumado del chorizo, con chimichurri de zaatar. Shish Momo es quizás el plato más especial del bistró libanés, es un viaje por la cocina familiar de Reem Jundi, una preparación ideada por su padre que combina solomillo de ternera (con la crema de cacahuete), el hummus y la muhammara.
Inspirado en el espíritu acogedor de las casas libanesas, Onoé ha creado un ambiente donde la hospitalidad es una filosofía de arraigo, que se experimenta en los platos, en el servicio en mesa y en la sala. Más allá de la experiencia culinaria, este bistró del barrio de Salamanca se alza como un espacio donde reunir y compartir alrededor de la mesa. Ya sea una celebración íntima entre amigos o una reunión familiar, el restaurante se convierte en el escenario perfecto para crear recuerdos.
La propuesta de vinos en Onoé ha sido cuidadosamente seleccionada con el objetivo de complementar la carta y acompañar los sabores mediterráneos y libaneses. que realcen los sabores y completen la experiencia gastronómica. Por ello, la carta de maridaje, aunque pequeña, ha sido curada con atención, priorizando la calidad, con vinos españoles, libaneses e internacionales.
El diseño minimalista se manifiesta en cada detalle, desde los muebles elegantes y funcionales hasta la iluminación cuidadosamente seleccionada y los accesorios discretos. Cada elemento ha sido estudiado para crear un entorno que sea tanto estéticamente atractivo como funcionalmente eficiente.