El volumen de producción de vehículos acumulado en enero pone en valor la recuperación de un sector que ya acaricia los valores previos al parón de la pandemia. En el primer mes del año se han fabricado 230.956 unidades, más de un 18% de las que se produjeron en el mismo mes de 2023 y tan sólo un 3,9% por debajo de las fabricadas en 2019, año previo a la eclosión de la Covid.
Los datos facilitados por la patronal de fabricantes, Anfac, también ponen en relieve la buena salud del mercado de exportaciones. Pues, durante el mes analizado se han enviado fuera de las fronteras españolas 201.454 unidades, un 14,7% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Por destinos, Europa continúa como el primer mercado con un 91% de los envíos, tras aumentar un 16% el volumen de envíos con respecto al año anterior. El ‘ranking’ de destinos se mantiene sin cambios, con Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Turquía como principales socios de la exportación española.
Esto refleja la positiva evolución del mercado europeo, donde las fábricas de automoción siguen en la senda de la mejora gracias a la estabilidad en la cadena de abastecimiento y la progresión de los ritmos de aprovisionamiento ante un escenario geopolítico delicado con problemas externos como la resolución completa de la crisis de los semiconductores o el fin de los conflictos Rusia-Ucrania e Israel-Palestina.
Por fuentes de energía, destaca el descenso del 27% sufrido por los vehículos electrificados, que han reducido su producción hasta las 20.314 unidades, que suponen un 8,8% del total. De ellas, 9.274 se correspondieron con vehículos eléctricos puros, que descienden un 34,4% con respecto a 2023; y 11.040 unidades son vehículos híbridos enchufables, un 20,2% menos que en 2023.
En este sentido Anfac ve necesario generar un contexto favorable en torno al vehículo electrificado y acelerar el ritmo de venta de vehículos electrificados para mostrar que España apuesta por la electrificación y pueda atraer más inversiones. La patronal defiende que se debe trabajar en una política industrial que aproveche las oportunidades que la transformación brinda y que esté acompasada para cumplir el nivel de exigencia de los objetivos de descarbonización.