De esta manera, la inflación general suma cuatro meses de desaceleración consecutivos, desde el pico del 10,6% alcanzado en octubre del pasado año, y logra llegar al nivel más bajo desde mayo de 2022. No obstante, aún se coloca lejos del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE), lo que no da razones al organismo para frenar su política agresiva. Precisamente, este mismo jueves, su presidenta, Christine Lagarde, ha asegurado que habrá más subidas de tipos de interés en Europa en los próximos meses. Además, ha adelantado que es posible que no haya bajadas hasta 2025.
Por componentes, los alimentos, el alcohol y el tabaco son los que tiran más al alza. En febrero, subieron un 15% frente al 14,1% de enero. Por su parte, el precio la energía frenó su avance hasta el 13,7% desde al 18,9% del mes anterior. Los servicios se encarecieron un 4,8% y los bienes industriales no energéticos un 6,8%.
Dejando fuera el impacto de la energía, la inflación se elevó hasta el 7,7% en febrero, frente al 7,3% de enero.
Por países, las menores subidas de precios tuvieron lugar en Luxemburgo (4,8%), Bélgica (5,5%) y España (6,1%). Por el contrario, las mayores subidas se registraron en Letonia (20,1%), Estonia (17,8%) y de Lituania (17,2%).