Por otra parte, y al ser cuestionado sobre las compras de gas a Rusia ha señalado que el contrato que tiene Naturgy para comprar gas ruso se firmó en diciembre de 2013 y que este empezó en junio de 2018. «Solo hemos comprado el gas que pone en el contrato, ni un kilowatio más. Se trata de un contrato ‘take or pay’ que o te llevas el gas o lo pagas, una de dos. Son contratos internacionales y nosotros cumplimos nuestros contratos. No hemos comprado ni un kilowatio de más de lo que pone lo que hemos firmado».
En otro orden de cosas Reynés, ha asegurado que no habrá ningún nombramiento en la próxima junta general de accionistas -del 2 de abril- ni tampoco cambios en el consejo de administración. Por lo que se refiere a l viejo proyecto ‘Géminis’, ha puntualizado que, “sigue teniendo todo el sentido estratégico, pero a día a hoy no se dan las circunstancias»,. El proyecto Geminis se dio a conocer en 2022, justo antes de la invasión de Rusia a Ucrania. La idea era dividir la empresa en dos, en la que una compañía se quede con el negocio liberalizado y la otra se encargue de las actividades reguladas.
Reynés, ha asegurado que la compañía cuenta con músculo para «ejecutar cualquier oportunidad que pudiera surgir» de abordar una operación corporativa que aporte valor. Si bien esto no quiere decir que exista un posible objetivo «a corto plazo», aunque afirmó que el amplio colchón de liquidez, con 9.200 millones de euros en efectivo y equivalentes y en líneas de crédito no dispuestas al cierre de 2023, dan la «posibilidad» de hacerlo si se presentara.
A este respecto, reiteró que Naturgy «siempre está atenta a cualquier oportunidad» que pueda presentarse, tanto dentro como fuera de España, aunque siempre cumpliendo las premisas de mantener la disciplina financiera.
Lo que sí que descartó por ahora el directivo fue la posibilidad de dar entrada a socios con participaciones minoritarias en proyectos o carteras concretas de renovables, tal y como están haciendo otras empresas del sector para financiar ese crecimiento, ya que el balance de Naturgy es «suficientemente sólido» para afrontar por ella misma esas inversiones.
Respecto a una posible venta de su negocio en Australia, Reynés afirmó que no comenta «ningún tipo de rumor» sobre la compañía e indicó que, además, el grupo ha aumentado su exposición de inversión en el país.
Por otra parte, el presidente de Naturgy aseguró que cualquier decisión respecto a la toma de participación del fondo estadounidense BlackRock en la energética por la compra de Global Infrastructure Partners (GIP) corresponde al Gobierno, ya que la compañía en este caso es «un sujeto pasivo».
Reynés reiteró que «no le gusta opinar sobre política», ya que es algo que «no le toca», no obstante, señaló que cualquier decisión sobre si el Ejecutivo tiene que adoptar alguna medida por la operación de BlackRock «es del Gobierno».
Igualmente, Reynés insistió en que la operación de BlackRock con GIP no se trata de algo que deba ser valorado por él, ya que es «una operación entre accionistas».
En lo que se refiere al incremento por parte del Gobierno de la tasa nuclear para las empresas propietarias de estas plantas, Reynés rechazó este aumento. «No vemos necesidad de ninguna adecuación, ya fue adecuada hace poco tiempo», señaló en referencia al pacto alcanzado para el cierre ordenado de las nucleares. Asimismo, abogó por gozar de una visibilidad regulatoria a «lo más a largo plazo posible», ya que es lo que da garantía de que las inversiones «se decidan y se valoren desde un ambiente menos cambiante». No obstante, subrayó que Naturgy no prevé no abordar la cartera de proyectos que tiene previstos en España ya que «las inversiones en el mundo industrial no ocurren de golpe». «No vamos a dejar de hacerlos porque ya se iniciaron, son costes hundidos», añadió al respecto.
Por otra parte, Reynés defendió la apuesta estratégica del grupo por el biometano, donde cuenta con una cartera de 60 proyectos en diferente fase de desarrollo, de los 70 del grupo en el ámbito de los gases renovables. «Somos unos firmes convencidos de que el biometano va a jugar un papel fundamental a corto plazo», dijo, basándose en la necesidad de dar una solución a los residuos orgánicos y en la preparación de la infraestructura gasistas para ello con «cambios» mínimos.
Asimismo, el presidente ejecutivo apuntó que Naturgy, como una empresa con 180 de historia tiene «muchas ventajas y alguna que otra hipoteca», pero subrayó que está en «un proceso de transición» y «comprometida» con la transición energética, para lo que solamente pidió «tiempo para hacerla».