Además, las ventas también han sido menores que en 2022, concretamente un 17,3% inferiores, al haberse situado en 829,6 millones de euros, frente a los 1.003,4 millones del ejercicio precedente.
El Ebitda (resultado bruto de explotación) del periodo ascendió a 88,8 millones de euros, una caída del 64,1% respecto a los 247,6 millones del año anterior. Por su parte, el flujo de caja libre normalizado, antes de la variación de capital circulante, fue de 26 millones en el conjunto del año, a pesar de la caída del precio de la celulosa.
La deuda financiera neta del grupo a cierre de 2023 se situó en 280 millones de euros, lo que supone un apalancamiento de 1,7 veces su Ebitda medio de ciclo (2015-2023), con un saldo de efectivo disponible en balance de 345 millones.