En su informe anual, Santander detalla que Álvarez contribuirá “a la transición derivada del nombramiento del nuevo consejero delegado, incluyendo su asistencia al comité ejecutivo de riesgos, el desempeño de labores institucionales de representación e interlocución en relación con los supervisores, organismos internacionales, organizaciones sectoriales y otras instancias”. Más allá de la remuneración de los citados 1,75 millones, Álvarez conservará los seguros de vida y salud, y el complemento que venía percibiendo anteriormente como consecuencia de la renuncia a la prestación de fallecimiento.
En junio de 2022, Santander anunció el nombramiento de Grisi como nuevo consejero delegado del banco a partir de 2023. Desde ese momento, el banquero mexicano ya vino trabajando con Álvarez durante medio año para favorecer esa transición ordenada y preparar los presupuestos de este ejercicio y el plan estratégico presentado en el reciente Día del Inversor. Álvarez acumula un profundo conocimiento del banco al que lleva ligado más de 20 años. Se incorporó al grupo en 2002 y, tras ocupar varios cargos, fue nombrado consejero delegado en noviembre de 2014.
El exejecutivo se despidió del cargo de CEO de Santander logrando en 2022 el mayor beneficio en la historia del banco, con 9.605 millones de euros. En su último año en el cargo, ganó 9,575 millones, lo que supone un 2% menos. De esa cantidad, 2,541 millones los obtuvo como sueldo fijo y 3,647 millones como parte de su remuneración variable correspondiente a 2022. También contó con una aportación para su hucha de jubilación de 0,811 millones, otros 1,758 millones en concepto de otras retribuciones, 0,329 millones por su pertenencia al consejo y dietas y 0,489 millones por bonus pendientes de años anteriores.