En este contexto de ajuste, la variación del gasto para la mayoría de los apartados de consumo cayó (alimentación, transporte, vivienda o la vestimenta y el calzado). No obstante, este recorte no se reprodujo para el desembolso en restaurantes, las actividades recreativas, el turismo y los viajes que, lejos de descender, se elevó en torno a un 1% y un 5,5%, respectivamente, entre 2021 y 2023. Estos datos reflejan un cambio de mentalidad que ha venido sosteniendo los registros históricamente altos de la industria turística. El Banco Central Europeo (BCE) explica en ¿Cómo han ajustado los hogares su comportamiento de gasto y de ahorro para hacer frente a la elevada inflación? que la expansión sostenida de los servicios relacionados con el ocio y los viajes deriva de «un cambio de preferencias a raíz del levantamiento de restricciones tras la pandemia».
Merced a esta nueva dinámica, el peso del turismo ha ganado relevancia en la cesta de la compra. El BCE destaca que los recursos destinados a estos servicios han pasado a suponer el 7,4% del total del gasto en 2021 al 12,9% en 2023. La institución bancaria también destaca que los mayores ajustes a la baja se han mostrado en aquellas categorías que más han aumentado su precio. En este sentido, los alimentos han sufrido las subidas más abultadas y, en el caso de los transportes, la carestía de semiconductores que retuvo la disponibilidad de coches también influyó a que se detrajera el gasto del transporte. El confinamiento obligó a gran parte de los europeos a no gastar. La tasa de ahorro se disparó en la mayoría de los países desarrollados durante la pandemia lo que, según los analistas, fue uno de los principales motores del crecimiento económico –e inflacionario– durante los años posteriores. En España, el indicador se ha reducido desde cerca del 25% que alcanzó en 2020 hasta el 9,1%, según los últimos datos del tercer trimestre de 2023 del INE.
Aunque en el caso español esta tasa sigue siendo en promedio superior al de las anteriores tasas desde 2012, el BCE asegura que a nivel europeo las reservas han ido disminuyendo en los últimos dos años.
La institución dirigida por Christine Lagarde asegura que esta caída ha sido provocada «principalmente por el mayor gasto en actividades recreativas, turismo y viajes, más que en bienes y servicios de primera necesidad», algo que ha tenido una especial incidencia en los hogares con ingresos más altos.
El sector asocia a las ganas de viajar y a la recuperación de las conexiones internacionales tras la pandemia que el turismo español haya facturado 186.000 millones de euros en 2023 y espere elevar su impacto en la economía española hasta los 202.000 millones de euros este año, según los datos avanzados por Exceltur en enero .
La Confederación Española de Agencias de Viaje (CEAV) adelantó que las reservas para estas fiestas de Pascua han crecido un 10% respecto a 2023 y, para el conjunto del año, el sector anticipa que podrá mejorar las cifras de viajeros y desembolso de los turistas. Sin embargo, el miedo a que esta situación sea coyuntural también ha provocado que desde Exceltur aboguen por echar el freno por considerar «insostenible» los niveles de crecimiento del turismo desde la pandemia. El vicepresidente ejecutivo de la Alianza, Zoreda, afirmó durante la presentación de resultados anuales de la patronal que «[el sector tiene] que ponderar si estos ritmos y estas intensidades son viables, realistas, pero sobre todo si son deseables». Zoreda aseguró que las empresas turísticas habían localizado las ganas desbocadas de viajar como uno de los grandes acicates del crecimiento de la facturación. No obstante, destacó que desconocen cuánto puede durar, por lo que buscan anticiparse una explosión de la presunta burbuja