«Dada la incertidumbre política actual en torno a la trayectoria fiscal a medio plazo del país, no asumimos ninguna reducción significativa del déficit más allá de 2024, donde esperamos que el déficit alcance alrededor del 3% del PIB gracias a una combinación de crecimiento sólido y la reducción de las medidas relacionadas con el apoyo energético», señalan.
En cuanto a las calificaciones crediticias, la fijan en ‘baa3’ para la fortaleza fiscal de España, lo que refleja «una elevada carga de deuda y una sólida asequibilidad». «Esperamos que el ratio de deuda pública de España disminuya ligeramente en los próximos años, ayudado por un sólido crecimiento nominal y mayores ingresos. Sin embargo, la asequibilidad de la deuda seguirá debilitándose gradualmente a medida que el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) se traslade a los pagos de intereses».
El riesgo político impulsa la susceptibilidad de España y el riesgo de eventos se fija en ‘baa’ para reflejar tanto el escenario político interno como el riesgo que emana de la guerra entre Rusia y Ucrania. «A nivel interno, las tensiones políticas entre el Gobierno central y las fuerzas independentistas en Cataluña seguirán siendo una característica clave de la legislatura 2023-2027».
Además, prevén que el ratio de deuda caerá al 105,3% del PIB en 2025 y alcanzará alrededor del 100% del PIB al final de la década. «En el medio plazo, el aumento de los costes de las pensiones y del gasto en defensa agregarán presión al gasto público de España y las medidas de ingresos adoptadas hasta ahora sólo cubrirán parte de los desembolsos adicionales. Si bien suponemos que los costes adicionales se compensarán con medidas proporcionales de ingresos y gastos, limitarán la flexibilidad fiscal en el medio y largo plazo».
Respecto a las proyecciones de crecimiento económico, Moody’s calcula que el PIB real crecerá un 1,7% en 2024 y un 1,8% en 2025, a medida que la demanda interna se beneficie del aumento de las inversiones en el contexto del programa NextGeneration EU (NGEU). Como señalan, las perspectivas positivas de España se sustentan en un modelo de crecimiento más equilibrado que podría conducir a un crecimiento mayor y menos volátil de lo que suponen actualmente. «La resiliencia económica del país está respaldada por una sólida eficacia de las políticas, lo que refleja los esfuerzos por fortalecer la capacidad de absorción de shocks de la economía. La menor deuda del sector privado, un sector bancario ahora robusto, un superávit en cuenta corriente y un mercado laboral más fuerte en comparación con la última década apuntan a mejores fundamentos», afirman.
Sobre el mercado laboral, la agencia de rating destaca que «el comportamiento constantemente sólido del mercado laboral español ha sido uno de los principales logros económicos de los últimos años». Y también ven «tendencias positivas para la calidad del empleo, tras la reforma del mercado laboral de 2021 que limitó el uso de contratos temporales y un cambio en industrias con mayor valor agregado como TI y servicios profesionales». Aunque ven que el crecimiento de la productividad sigue siendo una debilidad relativa, «los aumentos salariales se han contenido».