Así lo desvelan los últimos datos publicados por la consultora NIQ, según los cuales la alimentación subió sus ventas en valor en un 6,4%; bebidas lo hizo en un 6,3%, mientras que droguería y perfumería aumentó en un 5,5%, según precisó la compañía en un comunicado.
Estas alzas se vieron “empujadas” por el aumento de la demanda, que fue del 3,1% para alimentación, del 5,8% para bebidas y del 4,3% para los productos de cuidado personal y del hogar y la entidad hizo hincapié en la “mayor contención” en febrero de este año en el alza de los precios respecto a lo registrado en meses anteriores, “especialmente” en droguería y perfumería, que se elevó solo un 0,5% o bebidas, que lo hizo en un 1,2%, mientras que para los alimentos fue del 3,2%.
Por lo que respecta a las ventas, el canal online incrementó sus ventas en valor un 12,8% y el gran supermercado sobresalió con un crecimiento del 8,5% respecto al mismo periodo del año pasado.
En este contexto, los productos dietéticos subieron su volumen de ventas un 26,1%; el tratamiento facial se elevó un 13%; los productos de higiene bucal, un 9,7% y el maquillaje, un 7,1%. Por su parte, el queso rallado incrementó su demanda en un 17,3%, los quesos blancos pasteurizados, lo hicieron en un 11,9%, la nata, en un 11,3%, el queso fresco, en un 10,8% y los yogures en un 7%.
Además, el pescado preparado congelado incrementó sus ventas en volumen en un 15,9%, las conservas de pescado lo hicieron en un 10,4% y los platos preparados en conserva subieron su demanda en un 7,1%.
Por lo que se refiere a productos más inflacionistas, el aceite volvió a la primera posición con un alza del 30,3%, con subidas especialmente notables en el de oliva y el de oliva virgen, con subidas interanuales del 76,7% y el 75,8%, respectivamente, pero también en el de oliva virgen extra, que lo hace en un 66,2%.
Esto tuvo un impacto en la demanda, con bajadas del 25,4% para el de oliva, o del del 10,6% en el de oliva virgen extra, mientras que el de oliva virgen redujo sus ventas en volumen en un 2,2%.
Las marcas de distribuidor vieron incrementadas las ventas en valor en un 9,8%, frente a la subida del 3,4% de las marcas de fabricante, mientras que las ventas en volumen se elevaron en un 7,1% para las primeras y en un 0,5% para las segundas.
A la luz de estos resultados, la directora general de NIQ para Iberia, Patricia Daimiel, defendió que los datos de febrero “revelan un claro cambio de tendencia en la cesta de la compra, con una mejora sustancial de la demanda, en consonancia con la moderación generalizada de la subida de los precios que ya empezamos a observar meses antes”. “Otra tendencia destacable radica en los datos de ventas realizadas en el canal online, que continúan incrementándose”.