El Halo consiste en una torre de hormigón de 36 metros de altura con dos ascensores en su interior que desembarcan en una pasarela metálica en forma de anillo de 86 metros de diámetro y 190 metros de longitud. Tanto la estructura de la pasarela como la torre de ascensores se han revestido con vidrios curvos y paneles Solid Surface, un material orgánico y autolimpiable que dota a la estructura de un color blanco característico.
Los ascensores, con una capacidad para 17 usuarios cada uno, permiten conectar en unos 30 segundos la zona baja de la ciudad con la parte más alta, en Vía Norte, evitando a los ciudadanos un trayecto de dos kilómetros con un desnivel de 50 metros.
El proyecto se enmarca en la iniciativa “Vigo Vertical”, impulsada por el Concello de Vigo, que tiene el objetivo de resolver el problema de los desniveles existentes en la ciudad y mejorar el acceso a la misma. Con esta estrategia municipal se busca, además, «impulsar el desarrollo económico y la inclusión social, así como proteger el medioambiente reduciendo las emisiones de carbono al fomentar una movilidad más sostenible».
La ubicación del proyecto, cercano a un colegio, ha obligado a Ferrovial y Oreco Balgón a adaptar la construcción del Halo a unas «circunstancias excepcionales», por las que gran parte de los trabajos de estructura y acabados se han realizado en horario nocturno para evitar cortar el tráfico de la autopista AP-9.