Ni siquiera como en 2023, año en el que el Producto Interior Bruto (PIB) cerró con un crecimiento del 2,5%. Según estos analistas, cabe esperar una «progresiva moderación».Desde el banco recuerdan que España presenta «unos problemas estructurales no despreciables (calidad institucional, cuestionamiento de la integridad territorial, etc.) que, sin embargo, afectan más al ámbito interno que al posicionamiento de la economía», y de ahí que esperen aún cierta fortaleza.
«Revisamos al alza nuestra estimación para 2024 al +1,8% (+0,4pp) y mantenemos sin cambios la de 2025 en +2,1%», comentan los estrategas de Bankinter. Además, señalan que tras un cierre de 2023 «más fuerte de lo esperado», creen que 2024 «será un año marcado por la progresiva moderación respecto a ejercicios anteriores» (+5,8% y +2,5% en 2022 y 2023 respectivamente).
En su opinión, «será un ejercicio impulsado por la demanda interna (+2,1pp vs. -0,3pp del exterior); mientras que en 2025 esperamos una ligera aportación positiva del exterior, ante un entorno de tipos más bajo y la recuperación del crecimiento de nuestros socios comerciales». En concreto, para el primer trimestre de 2024 proyectan un crecimiento del PIB del 0,4%, desde +0,6% de los últimos tres meses de 2023.
Tal y como explican, se debe fundamentalmente a tres cuestiones: primero, al «efecto positivo de un final de 2023 más fuerte de lo esperado (+0,6pp en el cuarto trimestre vs. nuestro +0,2pp esperado) y que mostró una aceleración respecto al tercer trimestre, aunque con una composición en la que sorprendió el crecimiento del gasto de las administraciones públicas y la débil inversión».
Segundo, a que el consumo privado «se verá favorecido por un empleo más sólido del esperado». Además, explican, la mejora de los salarios y la contención de la inflación también tendrán mucho que ver, y es que «mejoran la renta bruta disponible de los hogares y la reducción de los costes de financiación».
En último lugar, desde Bankinter señalan a los indicadores adelantados de actividad (PMI) del sector servicios y del sector manufacturero, que «han seguido mejorando hasta febrero, ambos en zona de expansión (54,7 y 51,5 respectivamente), al igual que la afiliación a la Seguridad Social».
Asimismo, comentan estos analistas que en el desempeño del PIB «una de las claves estará en la inversión». En Bankinter mantienen las expectativas de recuperación de la inversión, «principalmente por la mejora en los costes de financiación». Sin embargo, explican que la ausencia de Presupuestos Generales del Estado para 2024 (y la prórroga de los de 2023) «eleva la incertidumbre sobre la ejecución de reformas y de los fondos europeos» (se han desembolsado ya 37.036 millones de euros, y España solicitó en diciembre el cuarto desembolso de 10.021 millones).
Los expertos apuntan también que el sistema exterior «minorará su contribución en 2024, tras una mayor de la esperada 2023 (+0,9pp)». Y creen que el diferencial de crecimiento de España frente a la UE (+1,8% vs. +0,7% en 2024) «anticipa un mayor crecimiento de las importaciones, a pesar del menor peso (negativo) de la balanza energética, ante menores precios de la energía».
Por otro lado, en Bankinter han revisado también su estimación sobre la inflación para 2024 una décima a la baja: ven una subida del IPC del +2,9% a mitad de año, aunque creen que terminará diciembre instalado en el +3,3%. En cuanto a la de 2025, la han mantenido en el +2,3% tanto para mitad como para final de año.
«La moderación en 2024 proviene del menor crecimiento económico y la bajada de precios del gas y de la electricidad», destacan los expertos del banco, que no obstante avisan de que «el camino no estará exento de altibajos». En concreto, mencionan las retiradas de las medidas antiinflacionistas (parcialmente en enero o en julio el de alimentos), así como los efectos de base, que provocarán «posibles repuntes en el segundo y cuarto trimestre.
Las principales incertidumbres, añaden, son la evolución de los costes laborales y el riesgo a un incremento de los cuellos de botella logísticos (ante las tensiones en el Mar Rojo-Canal de Suez). En el primer caso, comentan que el mercado laboral «ha seguido más sólido de lo esperado». Sin embargo, dado que en el último año sigue creciendo más la ocupación que el número de horas trabajadas, sus proyecciones anticipan un «comportamiento más moderado en la creación de empleo futura».
¿Por qué? Pues por la ralentización del crecimiento del PIB, pero también por el aumento de los costes laborales unitarios del 6,2% en el cuarto trimestre de 2023, con aumento de la remuneración a los asalariados frente a la debilidad en la productividad. «Proyectamos una tasa de paro prácticamente estable en 2024 del 11,8% y una ligera mejora en 2025 al 11,2%», detallan.
Respecto al déficit y la deuda, desde Bankinter proyectan que el primero será del 3,3% en 2024 y 25, mientras que la deuda como porcentaje del PIB, que cerró 2023 en el 107,7%, apenas bajará. «La revisión del PIB nos lleva al 106,6% en 2024 y al 105,6% en 2025», indican.
Por último, sobre los precios de vivienda, estos analistas apuntan que «aguantan sorprendentemente bien en un entorno de mayores costes de financiación hipotecaria», y creen que «continuarán soportados» en 2024 y 2025 por un mercado laboral fuerte, la escasez de oferta en las principales ciudades, costa mediterránea e islas, y también por las próximas bajadas de los tipos de interés. «Los fundamentales de la vivienda son buenos y no existe burbuja», concluyen.