Así lo indicó en una entrevista con Servimedia la secretaria general de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCEspaña), Toribio, en la que describió este año como un “momento de moderación de la actividad inmobiliaria” aun advirtiendo que en el momento que haya más financiación esta actividad “irá mejorando año tras año” porque “la demanda está ahí”.
La representante del sector señaló que la caída del 9,7% de las compraventas que se produjo en 2023 fue un dato “muy positivo” si se tiene en cuenta que 2022 había sido el año de mayor actividad inmobiliaria desde 2007 y que se habían producido sucesivas subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).
En cuanto al precio, indicó que al igual que ocurre con la compra, el del alquiler “no va a caer” especialmente en las grandes ciudades” porque “la demanda es muy grande” en comparación con la oferta disponible. Toribio destacó, no obstante, que España es uno de los países donde menos ha crecido el precio de la vivienda en los últimos 10 años y subrayó que el problema es que “el poder adquisitivo de los españoles ha retrocedido”.
En este sentido, señaló que el sector de la vivienda está relacionado con otras cuestiones como la educación o el empleo. “Si nosotros conseguimos en España tener un empleo menos temporal y de menor precariedad evidentemente eso va a favorecer al acceso a la vivienda”, indicó.
Asimismo, afirmó que las mayores dificultades en la accesibilidad a la vivienda se están produciendo “en aquellos núcleos demográficos económicos y turísticos como son las grandes ciudades, pero también en la costa mediterránea”. La representante de los promotores recalcó que el problema “va a ir a más” porque, según los estudios demográficos, “la concentración de la población en las grandes ciudades cada vez va a ser mayor”.
En España el año pasado la compraventa de vivienda sin hipoteca se incrementó hasta situarse por encima del 50%. Toribio señaló que este fenómeno se explica en un momento de costes de la financiación “altos” en el que “el ahorro de los españoles y de otros ciudadanos europeos ha crecido” en un país donde el inmobiliario es un activo que “la gente entiende mucho mejor que otras alternativas de inversión” que se une, finalmente, a la “gran rentabilidad” que ofrece la compra de vivienda para alquiler.
Sin embargo, rechazó que el peso de los grandes fondos de inversión en el parque de viviendas sea destacado, situando su penetración en el 5% o hasta el 10% en las grandes ciudades. Además, defendió que no se trata de “fondos buitre” y lamentó que una de las consecuencias de la anterior legislatura es la “estigmatización” de estas compañías que diversifican sus inversiones y entran en el inmobiliario.
Asimismo, señaló que estos grandes fondos “pueden ayudar” a generar oferta y a “profesionalizar” la gestión y el mantenimiento de la vivienda introduciendo en el mercado viviendas de “más calidad y más sostenibles”.
Respecto al impacto de la vivienda turística en los precios, indicó que es un factor que “evidentemente influye” y en algunas zonas “es más evidente”, pero recalcó que “no es el gran culpable”, ya que el problema del alquiler “no es un problema de determinados barrios de Madrid o de Barcelona” sino un “problema generalizado en todo en todo el país” porque “la oferta es muy reducida y la demanda es muy alta y cada vez va a crecer más”. Toribio destacó, además, que muchos propietarios están tratando de escapar al control de precios de la Ley de Vivienda sacando sus pisos al alquiler de habitaciones o turístico ya que ofrece “rentabilidades mucho mayores que el alquiler residencial”. Recalcó, por tanto, que es preferible introducir “una regulación y unos incentivos al alquiler de larga duración en el alquiler tradicional para que esta oferta no se escape a otros segmentos que van a ofrecer mayores rentabilidades”.
El Gobierno ha creado un grupo de trabajo interministerial para explorar cómo puede regular las viviendas turísticas, cuyo control está en manos mayoritariamente de comunidades autónomas y ayuntamientos. Toribio señaló que apuestan por establecer “unas reglas de juego claras” pero enfatizó que “no hay que poner puertas al campo” porque la demanda de alquiler turístico existe.