En concreto, el Impuesto Especial de la Electricidad pasa de un 2,5% a un 3,8% durante el segundo trimestre; y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica tendrá un tipo del 5,25% también hasta junio, frente al 3,5% del primer cuarto del año. Además, también se acaba el IVA reducido del 10% para los suministros de gas, que vuelve al 21%.
Como es lógico, a más impuestos, más tendrá que pagar el consumidor, si bien es cierto que el incremento de los tipos llega en un momento en el que el mercado mayorista de la electricidad continúa a la baja. En febrero cayó 69,7% en comparación con el mismo mes del año anterior y un 46% si se compara con enero, cerrando con un precio medio de 40 euros megavatio hora (MWh).
Hay que tener en cuenta que el ‘pool’, como se le llama al mercado mayorista en la jerga, solo afecta a los clientes que tienen contratada la tarifa regulada o, lo que es lo mismo, el Precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC).
En cualquier caso, los datos del 1 de abril revelan la tendencia a la baja que ha encadenado el coste de la electricidad. El precio medio del mercado mayorista eléctrico, el denominado ‘pool’, cerró marzo a 20 euros por megavatio hora, lo que supuso un ajuste del 77,5% respecto a las tarifas registradas doce meses antes, cuando se situó en 89,6 euros. El precio medio de la luz se situará a lo largo del 31 de marzo en 0,83 euros cada megavatio hora y durante ocho horas (de 11 a 19 horas) será de cero euros, según OMIE. El precio máximo será de 3,20 euros por megavatio hora y se marcará en dos franjas horarias (de las 00.00 a las 01.00 horas y de las 20.00 a 22.00 horas).
El aspecto negativo de esa bajada de precios es que el IVA que grava el precio de la electricidad ha vuelto al tipo impositivo (21%) que tenía antes de la crisis energética desatada con la invasión rusa en Ucrania, lo que anticipa un fuerte incremento de la factura energética para los próximos meses. El impuesto que grava el consumo de luz bajó del 21% al 10% en junio de 2021 para aquellos clientes, tanto particulares como empresas, que tuvieran una potencia contratada máxima de 10 kilovatios y siempre que el precio en el mercado mayorista se mantuviera por encima de los 45 euros por megavatio/hora. En julio de 2022, el Ejecutivo aprobó una nueva rebaja impositiva del IVA de la electricidad al 5% durante seis meses dentro del paquete de medidas para apoyar a los colectivos más afectados por la inflación. Desde el 1 de enero de 2023, el IVA regresó al 10%, con las dos mismas condiciones, que se dejaron de cumplir en febrero y que han provocado que la factura media del mes de marzo para un consumidor con la tarifa regulada se haya visto incrementada en una media de un 2,7% respecto a la de febrero al aplicarle el nuevo gravamen.