A pesar de ello, y tras la intensa recuperación de 2022, 10 regiones habrán recuperado ya este año el nivel de PIB previo a la pandemia. Andalucía, Comunitat Valenciana, Madrid, País Vasco y La Rioja se sumarán a las cinco que ya consiguieron este hito el año pasado -Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia y Navarra-. Por su parte, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña y Extremadura aún se mantendrán por debajo del nivel de actividad registrado en 2019.
Seis comunidades crecerán por encima de la media nacional: Baleares, Canarias, Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco; y dos -Andalucía y Galicia- lo harán prácticamente en línea con la media. Como han explicado hoy en la presentación de las previsiones de las CCAA para 2023 el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura y Estadística, Raymond Torres, el principal motor del crecimiento procederá del estímulo de los fondos europeos y de la normalización total de la actividad turística. El tirón del turismo debería ser especialmente favorable para Baleares y Canarias, que registrarán las mayores tasas de crecimiento (3,3% y 2,2%, respectivamente), así como en menor medida para Andalucía (1,3%) y Galicia (1,2%).
En cuanto al efecto de los fondos europeos, las comunidades con más presencia de la industria de bienes de equipo y servicios avanzados a empresas, como Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco, podrían resultar las más beneficiadas, no por el reparto territorial de los fondos sino por el potencial de aprovechamiento de estos estímulos por parte del tejido empresarial de las diferentes regiones. Las cuatro crecerán el 1,4%. Por otro lado, también existe un importante margen de recuperación del sector del automóvil en Castilla y León y Comunitat Valenciana.
La tasa de paro seguirá descendiendo en todas las comunidades autónomas. El buen comportamiento del mercado laboral, con un incremento generalizado de la afiliación a la Seguridad Social y una reducción de la tasa de temporalidad, ha permitido que la tasa de desempleo en términos de EPA se sitúe por debajo de los niveles anteriores a la pandemia en todas las regiones, salvo Madrid y Navarra, donde ya era relativamente bajo. En algunos casos, como en las comunidades del valle del Ebro, se ha situado por debajo del doble dígito. La tendencia a la reducción del paro ha sido más pronunciada en las comunidades con más desempleo, como Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, de modo que se ha producido una convergencia por primera vez desde el estallido de la crisis financiera.
En 2022 la intensa recuperación iniciada en el ejercicio anterior se prolongó en todas las comunidades autónomas, con el turismo y el sector exportador como motores del crecimiento. El brote de inflación influyó en la evolución del consumo. En términos medios, el IPC aumentó entre el 7,5%-8% en algunas comunidades y más del 9,5% en otras. Este diferencial se explica sobre todo por la disparidad del alza de los precios energéticos y de los alimentos entre los diferentes territorios. Así, la subida del coste del transporte ha podido incidir con más intensidad en la cesta de la compra de las comunidades con más dispersión de población, que en los territorios con una alta concentración urbana. En estos últimos, además, las condiciones de competencia han podido amortiguar el traslado del shock de costes a los precios finales –en cuyo caso, los diferenciales de inflación se reducirán con el tiempo–.
Andalucía
La economía andaluza crecerá este año un 1,3%, en línea con la media nacional, lo que le permitiría recuperar el nivel previo a la pandemia tras haber crecido un 5,5% en 2021 y un 5,4% en 2022. La estructura industrial de la región no está orientada a las actividades que se espera exhiban un mayor dinamismo por el impulso de los fondos europeos, si bien la aportación del sector de refino seguirá siendo importante. El año pasado el índice de producción industrial registró uno de los crecimientos más elevados de todas las CCAA, impulsado por la rama energética. El sector servicios aún tiene margen de crecimiento por la vía de la normalización del turismo internacional, lo que constituirá uno de los principales motores de crecimiento. En 2022 se normalizó la llegada de turistas internacionales, aunque aún estaba un 16,7% por debajo del nivel prepandemia. El turismo nacional, en cifra de pernoctaciones, sí recuperó el nivel de 2019. En cuanto a la tasa de desempleo, se espera un descenso hasta el 18,5% después de que el año pasado bajara desde el 21,7% hasta el 19%. En 2022 Andalucía fue una de las CCAA donde más creció el número de ocupados según la EPA y el de afiliados a la Seguridad Social.
Aragón
Aragón fue una de las regiones que menos sufrieron el impacto de la pandemia en 2020. De hecho, en 2021 su PIB era el que se encontraba más cerca del registrado en 2019. Con el crecimiento estimado del 5% para 2022, Aragón sería una de las cinco CCAA que el año pasado ya habría recuperado el nivel prepandemia. La tasa de inflación media anual fue del 9%, una de las más elevadas, debido a los mayores incrementos de precios en energía y alimentación. En 2023, la economía aragonesa apenas crecerá el 0,9%. Aunque su industria puede verse favorecida por el impulso que se espera reciba el sector de bienes de equipo procedente de los fondos europeos y existe margen de recuperación en el sector de automóvil, una vez normalizadas las cadenas de suministro, la región no ocupa una posición destacada en cuanto a servicios a empresas, otra actividad que se podría beneficiar de las inversiones europeas. Tampoco se va a beneficiar de una aportación relevante derivada de la normalización del turismo internacional. En todo caso, la tasa de paro se reducirá en dos décimas hasta el 9,2%, una de las más bajas del país.
Asturias
Asturias es una de las comunidades que más ha avanzado en los últimos años en términos de renta per cápita en relación a la media española. Pero debido a la pérdida de población en edad de trabajar su crecimiento será del 0,9% en 2023, menos que la media española. Sus características demográficas y estructurales la sitúan en un lugar intermedio en cuanto a su capacidad para beneficiarse de la coyuntura actual, de modo que el PIB todavía se situará por debajo del nivel prepandemia. Su industria está muy orientada a las semimanufacturas, sector que no será el más expansivo este año. Tampoco ayuda el escaso peso del turismo internacional. En cambio, la construcción podría realizar una aportación al crecimiento elevada en comparación con otras regiones, según anticipa el fuerte crecimiento de la licitación y, en menor medida, de los visados de nueva obra. En cuanto a los servicios, la economía asturiana podría beneficiarse del impulso inversor derivado de los fondos europeos por el peso de los de mayor cualificación. La tasa de paro se situaría este año en el 12,3%, mejor que la media nacional.
Baleares
En 2023 será el territorio donde mayor será tanto el crecimiento del PIB, un 3,3%, como el descenso del paro, gracias al avance hacia la plena normalización del turismo internacional. De entre las grandes comunidades turísticas, no es de las que disponen de mayor margen de recuperación en cuanto a llegada de visitantes internacionales, pese a lo cual, el fuerte peso de esta actividad sobre su economía implica que será la región donde mayor será su aportación al crecimiento del PIB. En suma, la dependencia del sector turístico es el principal condicionante de esta región. En 2022 la economía balear avanzó un 12%, más del doble que la media nacional, pese a lo cual seguiría siendo, junto a Canarias, la región más alejada del nivel de actividad previo a la pandemia, y un 10,7% en 2021, casi el doble que la media nacional. En el mercado laboral, se espera un descenso de la tasa de paro hasta el 8,9%, uno de los mejores resultados de España.
Canarias
En 2023 Canarias volverá a ser la segunda comunidad autónoma, por detrás de Baleares, con una mayor tasa de crecimiento del PIB, un 2,2%. A pesar de ello, y del crecimiento del 10% estimado para 2022, la región todavía no recuperará el nivel prepandemia dado el castigo sufrido en 2020. El año pasado la mejoría del turismo elevó el número de turistas internacionales recibidos hasta el 93,8% de la cifra de 2019, mientras que los turistas nacionales, según las pernoctaciones, ya habrían superado las cifras prepandemia. Para este ejercicio se anticipa la total normalización del turismo internacional. Al igual que sucede con Baleares, pese a no ser de las regiones donde mayor es la brecha en este ámbito, su elevado peso en el PIB supondrá una aportación mayor al crecimiento. Canarias fue la comunidad autónoma con la tasa de inflación más baja en 2022, un 7,5%. El mercado laboral tendrá una evolución favorable, con un descenso de la tasa de desempleo hasta el 16,9% desde el 17,6% de 2022, año en el que registró la mayor reducción de la tasa de paro (5,6 puntos porcentuales).
Cantabria
Cantabria es una de las comunidades que ya ha alcanzado una tasa de paro inferior al doble dígito. Por primera vez desde 2008. Sin embargo, será una de las siete regiones que en 2023 aún no habrá recuperado el nivel de PIB prepandemia. Las características estructurales de su economía limitan su capacidad para beneficiarse de los factores de crecimiento que serán más relevantes, por lo que el PIB crecerá este año un 0,8%, por debajo de la media nacional, tras crecer un 3,9% en 2022, una de las tasas más bajas de todas las comunidades autónomas. El peso de los sectores industriales y de servicios de mercado más pujantes es tradicionalmente menor que en otras comunidades. Por otra parte, dado el fuerte avance del turismo el pasado ejercicio –superando ya el nivel anterior a la pandemia en términos de pernoctaciones- no se espera un fuerte crecimiento para este año. En cuanto al empleo, se prevé un ligero crecimiento de la ocupación en términos de EPA, lo que permitirá una reducción de la tasa de paro hasta el 9,3%.
Castilla y León
El PIB de Castilla y León, una de las regiones menos afectadas por la pandemia en 2020, crecerá este año un 1%, tras el 3,1% estimado para 2022. En el sector industrial existe margen de recuperación en la rama automotriz, por lo que la normalización de las cadenas de suministro debería favorecer el rebote de la actividad, incluso a pesar de las incertidumbres generadas por la transición tecnológica y del debilitamiento del consumo. No obstante, el repunte del sector será insuficiente para impulsar el PIB a niveles prepandemia. El resto de la industria está orientada hacia la alimentación, que podría no ser especialmente dinámica, y en el sector terciario, tienen muy poco peso los servicios a empresas y de mayor cualificación, que se espera sean los más beneficiados por el impulso inversor de los fondos europeos. Sin embargo, la tasa de desempleo se situará en el 9,3%, una de las más bajas del país, una posición que se consolidará este año. Castilla y León fue en 2022, después de Castilla-La Mancha, la segunda con una tasa de inflación más elevada, un 9,5%, destacando el elevado diferencial respecto a la media en los productos energéticos, con un 31,8%.
Castilla-La Mancha
Castilla-La Mancha fue la comunidad con menor caída del PIB en 2020 y la que ha mostrado más dinamismo en la fase de recuperación pospandemia. Por ello, el crecimiento del 4,3% estimado para 2022 le permitió ser una de las cinco regiones que ese año ya habría recuperado el nivel de 2019. Para 2023 se prevé un crecimiento del 1%, inferior a la media española por sus condicionante estructurales. No se espera un comportamiento especialmente dinámico de la industria; en los servicios, el peso de los sectores de mayor cualificación orientados a las empresas, que se espera sean los más expansivos gracias a los fondos europeos, es inferior a la media nacional; y la actividad turística tiene poco margen de crecimiento, puesto que 2022 ya recuperó el nivel prepandemia. Sin embargo, la tasa de desempleo bajaría al 14,1%. Esta comunidad registró la tasa de inflación más elevada en 2022, un 10,1% de media anual, con un elevado diferencial respecto a la media en los productos energéticos, con un 32,7%.
Cataluña
La economía catalana crecerá este año un 1,4%, por encima de la media nacional, después del incremento del 5,4% estimado para 2022, resultado robusto que sin embargo no permitió todavía recuperar el nivel de actividad prepandemia. El impulso principal procederá de los servicios, por el elevado peso de los más intensivos en conocimiento, que se espera sean favorecidos por las inversiones financiadas por los fondos europeos, y por el margen de recuperación del turismo exterior. En suma, su evolución será mejor que la media por sus ventajas estructurales en los servicios y la normalización del turismo, si bien será insuficiente para cerrar la brecha de actividad generada por la pandemia. El paro se situará en 2023 en el 9,3%, uno de los mejores registros del país. La tasa de inflación en Cataluña fue en 2022 del 8%, cuatro décimas menos que la media, por el menor incremento de precios en alimentos y servicios.
Comunitat Valenciana
El PIB de la Comunidad Valenciana crecerá este año un 1%, suficiente para que recupere el nivel previo al Covid-19, tras un incremento estimado del 5,5% en 2022. Automóvil y turismo podrían ser las claves del crecimiento en 2023. El sector del automóvil tiene aún margen de crecimiento tras la normalización de las cadenas de suministro, incluso a pesar de que el contexto no es muy favorable para el consumo. Dentro del sector servicios, las actividades de mayor cualificación serán también las más favorecidas por el tirón de los fondos europeos. También debería recibir un empuje del sector turístico. En el mercado laboral, la tasa de desempleo descendería hasta el 12,7%, nivel próximo a la media nacional. La tasa de inflación en 2022 fue del 8,5%, una décima superior a la media, debido a un diferencial ligeramente superior en alimentos y servicios.
Extremadura
La economía extremeña ha sido una de las menos afectadas por la pandemia, de modo que su recuperación también ha sido algo más moderada. Si en 2022 recuperó un 4%, este año el crecimiento será del 1%. Esta comunidad no se encuentra necesariamente entre las mejores situadas para beneficiarse de los factores impulsores del crecimiento en 2023. Su estructura productiva es relativamente dependiente de la demanda de consumo y de bienes intermedios, con una menor presencia de los bienes de equipo y los servicios más favorecidos por el tirón que se espera de los fondos europeos. Por otra parte, a pesar de la normalización cuasi total del turismo extranjero, con un impacto positivo para el sector, su peso en el PIB regional es menor que en otras comunidades. La tasa de paro caerá hasta el 16,9%, es decir prácticamente cinco puntos menos que antes de la pandemia, mejor resultado del país.
Galicia
Galicia es una de las comunidades que mejor ha aprovechado la fase de recuperación pospandemia y una de las cinco que recuperaron en 2022 el nivel de PIB previo al Covid, año en el que se estima la economía gallega creció un 4,6%. El empuje al crecimiento procedió del sector servicios, cuyo índice de cifra de negocios aumentó muy por encima de la media nacional. En cuanto al turismo, las pernoctaciones nacionales superaron en 2022 los niveles prepandemia. La tasa de inflación media anual fue del 9%, seis décimas más que la media, por el mayor encarecimiento de sus productos energéticos y de sus servicios. En 2023, el crecimiento del PIB será del 1,2%, impulsado por el margen de expansión del turismo internacional, que, aunque tiene un reducido peso, puede aportar de forma relevante a la tasa de crecimiento regional y compensar en parte la orientación poco favorable, principalmente en la industria, hacia las actividades que se espera sean las más dinámicas en el contexto actual. La tasa de desempleo bajará casi un punto, hasta el 10,3% en 2023.
Madrid
El crecimiento esperado del PIB madrileño en 2023 es del 1,4%, por encima de la media nacional, con el cual se recuperaría el nivel prepandemia. El peso de los bienes de equipo en el sector industrial, que se espera sean la rama más beneficiada por el impulso de los fondos europeos, y una presencia de la industria de bienes de consumo inferior a la media, algo favorable en un contexto de desaceleración del gasto de las familias en términos reales, beneficiarán a la región. Además, el sector servicios está muy especializado en las actividades de mayor cualificación, que también serían las más favorecidas por las inversiones generadas por los fondos europeos. Asimismo, existe una importante brecha en la llegada de turistas internacionales respecto a antes de la pandemia que puede suponer un empuje adicional. En suma, esta comunidad es una de las que disfrutan de más ventajas en cuanto a los factores impulsores del crecimiento en 2023. Respecto al empleo, se prevé un descenso de la tasa de paro hasta el 11%, todavía por encima del nivel de paro registrado antes de la pandemia. La tasa de inflación en Madrid fue la segunda más reducida en 2022, después de la canaria, con un 7,5%.
Murcia
Murcia creció en 2022 un 5%, con lo que se convirtió en una de las cinco regiones que ya habrían recuperado el nivel de actividad de 2019. Para 2023 se espera un crecimiento del PIB del 0,9%, por debajo de la media nacional, por el escaso peso de los bienes de equipo -el sector más favorecido por la inversión generada por los fondos europeos-; la fuerte presencia de los bienes de consumo, cuya evolución acusará el debilitamiento del gasto de los hogares; y una contribución del sector de refino, muy importante en esta región, inferior al año pasado. El sector servicios, dada su estructura, tampoco se verá especialmente favorecido por el impacto de los fondos europeos. El principal motor de Murcia en 2023 sería el margen de crecimiento en el turismo. En cuanto al mercado laboral, la tasa de desempleo bajaría hasta el 13,1%. En Murcia la tasa de inflación media en 2022 fue del 8,8%, cuatro décimas más que la media, diferencial que procedió de los alimentos y, especialmente, de los bienes industriales.
Navarra
La economía navarra habría crecido en 2022 un 5,7%, por encima un año más de la media española, con lo que ya recuperó el nivel de PIB prepandemia el año pasado. La inflación fue del 8,8%, cuatro décimas más que la media nacional. Para 2023 se espera un crecimiento del PIB del 1,4%, también superior a la media nacional, ya que la región se encuentra entre las mejor situadas en cuanto a los factores impulsores del crecimiento este año. El peso de los sectores que se van a ver más favorecidos por el impulso de los fondos europeos, tanto dentro de la industria como de los servicios, es elevado. Además, la brecha que separa el volumen de las exportaciones de automóviles –con una presencia importante en la estructura productiva de la región– de los niveles previos a la pandemia indica que existe un margen importante de recuperación una vez normalizadas las cadenas de suministro. Navarra registrará una caída de la tasa de paro hasta el 8,9%, uno de los mejores resultados de España.
País Vasco
País Vasco crecerá este año un 1,4%, con lo que recuperará el nivel prepandemia. El favorable posicionamiento estructural de la industria y de los servicios convertirán esta comunidad en una de la más beneficiadas por los fondos europeos, impulsando el PIB significativamente por encima del nivel preCovid. Tanto dentro de su sector industrial como de servicios tienen un peso elevado las actividades que se espera reciban un mayor impulso de los fondos europeos. El papel previsto de la normalización de la actividad turística es relativamente reducido, debido al modesto peso de esta en su PIB y al hecho de que la brecha por recuperar en cuanto a número de turistas es también de las más pequeñas. El crecimiento estimado del PIB vasco en 2022 fue del 5,7%, favorecido por el impulso de la industria, con un papel destacado del sector energético, presente también en el crecimiento de las exportaciones. La tasa de inflación fue del 8%, cuatro décimas menos que la media nacional, gracias fundamentalmente al menor incremento de precios registrado en los productos energéticos. En cuanto al mercado laboral, la tasa de desempleo se reduciría este año hasta el 7,9%, el mejor registro del país.
La Rioja
La Rioja recuperará este año el nivel de actividad previo a la pandemia a pesar de que el PIB apenas crecerá el 0,8%, una de las tasas más discretas, en tanto que las características estructurales de esta región no son especialmente propicias para beneficiarse de los factores impulsores del crecimiento. No obstante, su caída el año de la pandemia fue de las más moderadas y recuperó un 4,5% en 2021 y un 4,6% en 2022. La tasa de inflación media anual el año pasado fue del 8,9%, cinco décimas más que la media. La producción de bienes de equipo y de servicios avanzados orientados a las empresas –los sectores más beneficiados por la inversión derivada de los fondos europeos- tiene un peso menor que en otras comunidades. Lo contrario que ocurre con la industria de bienes de consumo, que podría ser una de las más perjudicadas por la desaceleración prevista del gasto de los hogares. En cuanto al papel del turismo, el peso del internacional es reducido y el nacional tiene un margen de recuperación importante, pero su aportación al crecimiento será limitada. La tasa de desempleo descenderá hasta el 9,2%, uno de los mejores registros del país.