Ambas suman un pasivo de 237,8 millones de euros, mientras que la de Polonia registra una deuda de 414 millones de euros con empresas del grupo y asociadas por un nuevo contrato de préstamo firmado en diciembre.
Las cuentas, distribuidas por la propia empresa este martes con motivo de su primera rueda de prensa desde que la nueva directiva tomara posesión, revelan que la multinacional siderúrgica poseía una deuda con entidades no corrientes de 186 millones de euros al cierre del curso pasado, mientras que la de con entidades corrientes asciende a 477 millones de euros, que en total suman 663 millones de euros.
En concreto, la composición de las deudas con entidades de crédito -incluyendo no corrientes y corrientes- por subgrupos es tal y como sigue:
– Grupo Celsa Nordic (Noruega): 75,8 millones d euros.
– Grupo Celsa UK (Reino Unido): 162 millones de euros.
– Grupo Barna Steel (Celsa España): 426 millones de euros.
Según detalla la auditoría, la deuda bancaria de Celsa Nordic se distribuye en un préstamo firmado en abril de 2019 con un vencimiento final el 26 de abril de este año, pero que será extendido por un año a la fecha de formulación de las cuentas. El saldo al término del curso pasado era de 27,5 millones de euros con amortizaciones anuales de cinco millones. Por su parte, mantiene líneas de crédito y de descubierto en diferentes monedas por valor de 40,1 millones euros y otros préstamos por importe de 8,2 millones de euros.
Por su parte, Celsa UK tenía un préstamo a largo plazo de 65 millones de euros en 2022 que ha sido modificado y prorrogado en junio de 2023, por importe de 35,2 millones de euros, con vencimiento en junio de 2028, así como una amortización y pago de intereses trimestrales. Además, la sociedad negoció el verano pasado la renovación de la línea de préstamo basada en activos de 200 millones de libras (233,5 millones de euros) comprometidos hasta junio de 2028 y amortización según disposición. A 31 de diciembre del año previo el importe dispuesto era de 134 millones de euros.