Las Cuentas Financieras de la Economía Española revelan que el pasivo de las empresas se redujo en 11.900 millones de euros en el último año hasta los 946.600 millones, el equivalente al 64,7% del PIB (frente al 71,2% del ejercicio previo). Al mismo tiempo la deuda de los hogares disminuyó 18.300 millones hasta los 685.400 millones de euros, de forma que su ratio sobre el PIB descendió hasta el 46,9%, desde el 52,3% del año anterior, colocándose en mínimos desde 2001. En conjunto, el sector privado redujo su deuda tres veces más de lo que lo hizo el Estado. Esa mayor contención de la deuda privada, que en términos consolidados se redujo un 1,8% hasta los 1,632 billones de euros a cierre del ejercicio, viene siendo un proceso habitual desde la pasada crisis financiera. La buena marcha del empleo y la recuperación de poder adquisitivo al moderarse el alza de los precios permitieron que las familias redujesen su deuda y, a la vez, siguieran consumiendo -ese fue uno de los factores que impulsó el avance del PIB por encima de lo previsto, al 2,5% en el conjunto del año pasado-.
En el caso de las empresas, el proceso de desapalancamiento ha tenido una víctima clara en la inversión, que se mantiene muy débil y no ha logrado recuperar aún los niveles previos a la pandemia de coronavirus. Esto último ha llevado a economistas como los de Funcas a lanzar una advertencia sobre el posible efecto para el crecimiento a medio plazo y de cara a los ajustes pendientes para reducir déficit y deuda y cumplir con las reglas fiscales.
La riqueza financiera de los hogares alcanzó un nuevo récord
La estadística que ha dado a conocer la entidad capitaneada por Pablo Hernández de Cos revela, además, que la riqueza financiera de las familias españolas (la diferencia entre sus ahorros y sus deudas) se elevó un 9,25% el año pasado y rozó 2,1 billones de euros, lo que supone una cifra récord.
Los activos financieros de los hogares, que incluyen el dinero en efectivo y las acciones, depósitos y valores en renta en su poder, se incrementaron un 5,95% interanual hasta los 2,83 billones de euros en un ejercicio que fue muy positivo en Bolsa, pero también para la renta fija, y en el que los depósitos empezaron a rentar algo más por la evolución de los tipos de interés.
Al poner en relación estos activos con el PIB, la ratio se redujo casi cinco puntos hasta el 193,7% a cierre del año por el avance de la economía. Los hogares españoles, muy conservadores en términos de ahorro, mantuvieron la mayor parte de sus activos financieros en efectivo y depósitos (representan el 38% del total), en participaciones en el capital (30%), fondos de inversión (15%), así como en seguros y fondos de pensiones (13%).
Las participaciones en fondos de inversión fueron las que más vieron elevarse su peso en el conjunto de activos, 1,1 puntos porcentuales respecto a un año antes; mientras que el peso del efectivo y el de los depósitos fue el que más se redujo, dado que lo hizo en 2,7 puntos porcentuales.