Así lo refleja en un artículo recogido en su informe mensual del mes de abril publicado esta semana. CaixaBank Research opta por calcular el PIB potencial como una función de un conjunto de factores de producción, típicamente el trabajo, el capital y la llamada productividad total de los factores (PTF). El crecimiento potencial resulta del crecimiento de la PTF más la suma ponderada del crecimiento del trabajo y del capital.
El factor trabajo lo mide como las horas trabajadas en la economía y tiene en cuenta la tasa de paro estructural. El crecimiento del capital lo mide acumulando cada año la formación bruta de capital fijo sobre el stock de capital, tras descontar la depreciación del stock de capital. La PTF la mide como la diferencia entre el crecimiento del PIB real y la suma ponderada del crecimiento del factor trabajo y del capital, con lo que la PTF captura todo aquello que hace que la producción crezca por encima de lo que permitiría la acumulación del trabajo y el capital.
CaixaBank calcula que entre 2024 y 2026, el promedio de crecimiento del PIB potencial es del 1,7%. La composición muestra que el factor trabajo tiene un peso de 0,6 puntos, el capital supone 0,3 puntos y la productividad total de los factores tendría un peso de 0,8 puntos. Para el promedio 2027-2028, el PIB potencial baja hasta ser ligeramente inferior al 1,4%, principalmente por la pérdida de peso del trabajo y la ganancia en el factor capital, y para 2029-2030 el PIB potencial sería del 1,3%, con menor peso aún del trabajo y algo más en capital.
Según explica CaixaBank, desde 2026 se asume que la bajada del desempleo estructural se estabiliza, con lo que las tendencias demográficas adquieren un mayor relieve, se ralentiza el crecimiento de la población en edad de trabajar y se modera el crecimiento de las horas trabajadas, lo que explicaría que vayan perdiendo peso a lo largo del periodo. Para el capital, marcado por la inversión, el banco espera una «cierta recuperación» en los próximos años. Si el crecimiento del PIB es inferior al PIB potencial, significa que hay una infrautilización de la capacidad económica del país, y si es superior, hay una sobreutilización.
CaixaBank destaca que su estimación de PIB potencial se asemeja a la de otras instituciones como el Banco de España, que lo sitúa en el 1,1% en 2030 en ausencia del impacto de los fondos europeos, y entre el 1,3% y el 1,9%, en función de ese impacto. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estima un crecimiento potencial del 1,3% a partir de 2028.
No obstante, la entidad aclara que la incertidumbre que rodea a estas previsiones es alta porque está sujeta a la evolución en un periodo de tiempo de la inversión y de la tasa de paro estructural.
En cualquier caso, asegura que ante esta perspectiva de un crecimiento «moderado» del PIB potencial en los próximos años, «es perentorio plantear reformas estructurales que impulsen la inversión, mejoren la eficiencia del mercado laboral y fomenten un mayor crecimiento de la productividad».