Según ha informado la compañía presidida por Florentino Pérez, el grupo tiene previsto conseguir un beneficio de entre 850 y 1.000 millones de euros en el año 2026, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de aproximadamente el 14%. Así lo recoge el nuevo plan estratégico para el período 2024 a 2026 que ha enviado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La empresa ha celebrado hoy miércoles 17 de abril, una reunión en Madrid con inversores y analistas (Capital Markets Day) para presentar dicho plan, que estima además un crecimiento anual del 9% en sus ingresos, hasta alcanzar una facturación de entre 43.000 y 48.000 millones de euros. Por otra parte, prevé que el flujo de efectivo operativo (OCF) crezca un 16% anualizado en los próximos dos años, según ha avanzado el consejero delegado de ACS, Juan Santamaría. Asimismo, calcula que el flujo de caja (FCF) ronde los 5.300-7.000 millones, de los que entre 2.000 y 3.000 millones procederán de potenciales desinversiones y hasta 4.000 millones del propio negocio.
El destino irá a la remuneración al accionista (2.000 millones); al desarrollo de nuevos proyectos ‘greenfield’ y de otros sectores (1.300 millones); a fusiones o adquisiciones así como a otras inversiones (1.200-2.900 millones), a Abertis (650 millones en ampliación de capital) o a la adquisición del 10 % de Thiess (200 millones). En el marco de su primer ‘Capital Markets Day’ para presentar a inversores y analistas la nueva hoja de ruta con horizonte 2026, el grupo ACS ha anunciado que quiere doblar su valor de cara a 2030, que fija en 14.000 millones, gracias al crecimiento de sus negocios estratégicos, así como a nuevos vectores.
Por otra parte, para 2030 la compañía espera expandir sus inversiones y se ha marcado como objetivos distintos sectores: las infraestructuras; el digital y tecnológico; el de transición energética; la movilidad sostenible y los minerales críticos.
En este sentido, su ambición para 2023 establece un target de inversiones total de 20.000 millones en su negocio principal de infraestructuras. En este ámbito, las inversiones de capital de ACS se espera que ronden los 1.200-1.800 millones y que el valor patrimonial esté entre 3.000 y 4.000 millones. En el área de transición energética (renovables), donde se esperan inversiones de entre 5.000 y 7.000 millones, las de capital de ACS están entre 1.000 y 1.500 millones y el valor rondaría los 2.000-3.000 millones.
En movilidad sostenible se esperan inversiones totales de 2.600 millones, que las de capital de ACS sean de hasta 1.500 millones y que el valor patrimonial supere los 1.000 millones.
En el negocio digital y tecnológico, el target de inversiones, especialmente en centros de datos, asciende a 6.000-12.000 millones; las inversiones de capital de ACS, a 1.000-2.000 millones, y el valor rondaría los 3.000-5.000 millones.
Entre los nuevos objetivos de la empresa para el nuevo período está buscar una solución a la rescisión anunciada por el Estado de Texas, en Estados Unidos, de uno de sus principales activos, la autopista SH-288. A finales del pasado mes de marzo, ambas partes abrieron un plazo de seis meses para negociar esta terminación del contrato, cuya indemnización a las concesionarias (ACS y su participada Abertis) ascenderá a 1.731 millones de dólares (1.628 millones de euros). Con más de 135.400 empleados a lo largo del mundo, el grupo facturó 35.738 millones de euros en 2023, ejercicio que cerró con una cartera de proyectos que ascendía a 73.538 millones de euros.
El grupo constructor, que está centrado en la simplificación de su estructura con la integración de sus operaciones, se ha marcado como pilares tres grandes áreas: las soluciones integradas (65%), las infraestructuras (20%), y la ingeniería y la construcción (15%).
Para 2026 las prioridades pasan por incrementar la generación de caja, la remuneración al accionista, la creación de valor, expandiendo sus servicios a otras geografías, con la llega de su filial norteamericana Turner a Europa, así como por las sinergias y crecimiento de los dividendos procedentes de sus activos. «Es un día muy importante para nosotros», ha reconocido Santamaría. De esta manera, el coste de los servicios se mantuvo en el 4%. Mientras, los bienes industriales no energéticos se atenuaron al 1,1%, la energía moderó su caída al 1,8% y los alimentos frescos se abarataron un 0,5%. Excluyendo el impacto de la energía y de los alimentos, el alcohol y el tabaco, es decir, la inflación subyacente, la tasa se frenó hasta el 2,9% desde el 3,1% del mes previo. En toda la Unión Europea (UE), la inflación anual se situó en el 2,6% en marzo, frente al 2,8% de febrero, lo que representa la menor subida de precios desde julio de 2021. Por países, la inflación disminuyó en trece, se mantuvo estable en cuatro y aumentó en diez. Las tasas anuales más bajas se registraron en Lituania (0,4%), Finlandia (0,6%) y Dinamarca (0,8%). Por el contrario, las mayores subidas se dieron en Rumanía (6,7%), Croacia (4,9%), Estonia y Austria (ambos 4,1%)