Esto supone un repunte superior al 17% con respecto a la anterior subasta, cuando alcanzó el 2,839%.
En la deuda a seis meses, ha colocado 903,74 millones con el tipo de interés marginal en el 3,164%, por encima del 2,693% de la subasta anterior de febrero y alcanzando también su nivel más elevado desde julio de 2012. En pleno furor por este producto de inversión, la demanda ha superado los 8.695 millones del euros, aunque no ha logrado duplicar lo finalmente adjudicado. Esta nueva emisión del Tesoro se produce en un momento en el que los inversores particulares están mostrando gran interés por la compra de deuda, principalmente a corto plazo, dada su alta rentabilidad, que ha ido creciendo desde inicios de 2022, especialmente en el caso de las letras a más corto plazo. Si bien esta subida ha perdido algo de fuerza en la entrada de esta semana, el coste de los bonos a corto plazo se mantiene en niveles elevados. El bono a seis meses se encuentra por encima del 3,1%, una barrera que no tocaba desde julio de 2012, en plena crisis de deuda en la eurozona.
Tras la subasta de este martes, el organismo público volverá a los mercados el próximo 14 de marzo con una emisión de letras a 3 y 9 meses y otra de bonos y obligaciones del Estado el día 16 de marzo, con la que finalizará las subastas del mes.
Las peticiones de los pequeños ahorradores han sido especialmente elevadas. La demanda no competitiva, por la que las peticiones no se hacen a un precio concreto y que son las que responden mayoritariamente a los particulares, ha alcanzado los 1.048,8 millones de euros en las letras a 12 meses y los 378,13 millones en las letras a seis meses. En la subasta de letras a un año de enero, esas peticiones superaron los 1.200 millones de euros.
El aumento de rentabilidades de las letras está disparando el interés entre los ahorradores particulares. En lo que va de año, las peticiones realizadas por los pequeños ahorradores a través de la web del Tesoro están ya muy por encima de los 400 millones que el organismo había vendido por este cauce a lo largo de todo 2022. En los dos primeros meses del año, la web del Tesoro ha recibido peticiones de compra de letras por importe de 2.363 millones de euros. La renovada tensión en las rentabilidades de la deuda está causando que los plazos más cortos paguen rentabilidades muy cercanas, si no superiores, a las de los plazos más largos. Los gestores aconsejan por tanto tomar posiciones en activos de deuda a más corto plazo para asegurar esa rentabilidad, lo que está alimentando la demanda de los particulares por las letras del Tesoro.