Según los expertos de Link Gestión, la respuesta de Israel «abre la puerta a una guerra frontal entre ambas potencias. De ser así, podría tener consecuencias en la economía global, vía el incremento del precio del crudo, factor inflacionista que condicionaría la actuación de los bancos centrales, que se verían en la tesitura de tener que mantener sus tipos de interés a niveles restrictivos, con el consiguiente impacto en el crecimiento económico global». Aunque, por el momento, el ‘oro negro’ ha moderado su rebote, debido a que los inversores interpretan que el ataque israelí ha sido contenido y está destinado a mandar una señal clara a Irán sobre su capacidad para alcanzar su territorio.