Ha vuelto a repetir que la eléctrica tiene capacidad para incrementar la inversión en redes siempre que la regulación de esta actividad mejore, se eliminen los topes a la inversión y la remuneración sea adecuada para que la inversión tenga una rentabilidad razonable. «Es urgente que se retribuya el capital de forma razonable y al nivel de otros países de nuestro entorno, para garantizar la recuperación de los costes incurridos y reconocer las inversiones realizadas», ha dicho Bogas en la junta general de accionistas que la compañía celebra este miércoles en Madrid. En su opinión, la actual regulación en materia de distribución está provocando que se pierdan oportunidades a nivel país para atraer empresas, talento y tejido industrial.
Ha puesto como ejemplo a los centros de datos. «Estamos hablando de una industria que ve en España, por su localización, mano de obra cualificada e infraestructuras eléctricas y de fibra, un lugar ideal para crecer de forma significativa. Sin embargo, la falta de capacidad de la red no permite llevarlo a cabo. Un dato: mientras que en Irlanda el consumo eléctrico de los centros de datos está próximo al 20% del total de la demanda, en España supone solamente el 0,2%», ha argumentado.
El directivo también se ha referido al impuesto energético. «Quiero incidir en que mantener un gravamen extraordinario detrae opciones a nuestra capacidad para invertir y para afrontar con éxito las exigencias que impone la transición energética. Además de ser un agravio comparativo y competitivo en el marco del derecho europeo».
Por lo que se refiere a los resultados del trimestre y el cierre del año 2024, Endesa prevé situar el resultado ordinario neto en el rango de 2.200-2.300 millones en 2026, con un ebitda de 5.600-5.900 millones, y un dividendo por acción de 1,5 euros en ese año. Se extiende un ejercicio más la ratio de pay out del 70% y se ofrece un dividendo mínimo garantizado de 1 euro durante todo el período del plan. Además, prevé situar los clientes de mercado libre en 7,5 millones al final del periodo.
Se mantiene el compromiso de ser una compañía Cero Emisiones en 2040, con el hito de alcanzar en 2026 un 93% de la producción eléctrica libre de emisiones en la península. En cuanto a la evolución financiera, el consejero delegado recordó que la meta a 2026 es lograr una ratio de apalancamiento (deuda financiera neta en relación al beneficio bruto, o ebitda) de 1,4 veces respecto de las 2,1 en 2025 del plan anterior.
Por otro lado, el consejero delegado ha dado la bienvenida a los tres nuevos consejeros: Michela Mossini y Elisabetta Colacchia, que entran como dominicales, y Guillermo Alonso, que lo hace como independiente. Con su incorporación, el consejo pasará a estar conformado por 14 miembros. Al mismo tiempo, ha despedido con agradecimientos por el trabajo realizado en el consejo estos últimos doce años a Alicia Koplowitz.
La nueva regulación económica de las redes de distribución será clave para destinar a ellas los 2.800 millones recogidos en el plan, 200 más que en el plan anterior. En este sentido, Bogas ha enfatizado: “Invertir en redes es clave para dotarlas de resiliencia y nuevas capacidades digitales; invertir en redes es crítico para que puedan dar cobertura a un modelo de generación y de consumo eléctrico distribuido. Sin redes dimensionadas y resilientes, no será posible la Transición Energética. Este punto es vital”.
La evolución de la cartera de clientes, actividad comercial que absorbe otros 900 millones del plan 2024-2026, prevé situar los de mercado libre en 7,5 millones al final del periodo. “Desarrollaremos nuestra estrategia comercial fomentando y ayudando a nuestros clientes a priorizar la electrificación de sus usos energéticos”.
Se mantiene el compromiso de ser una compañía Cero Emisiones en 2040, con el hito de alcanzar en 2026 un 93% de la producción eléctrica libre de emisiones en la península. En gas, además de la recuperación de márgenes tras el atípico ejercicio 2023, Endesa prevé un descenso del uso de gas en ciclos combinados ante el avance de la producción renovable.
En cuanto a la evolución financiera, el consejero delegado recordó que la meta a 2026 es lograr una ratio de apalancamiento (deuda financiera neta en relación al beneficio bruto, o ebitda) de 1,4 veces respecto de las 2,1 en 2025 del plan anterior. “Esto nos coloca en una posición de oportunidad para acometer mayores inversiones, si se dan las circunstancias de negocio y regulatorias adecuadas”, reiteró Bogas. La deuda neta a final del plan será entre un 10 y un 20% inferior a 2023, en la horquilla entre 8.000 y 9.000 millones.
Del ejercicio 2023, el primer ejecutivo de la energética ha repasado las principales magnitudes que marcan la evolución de negocio y financiera, y ha recordado las circunstancias atípicas vividas tanto por la situación de mercado en el gas, como por cambios regulatorios y decisiones arbitrales contrarias.
José Bogas recordó también que el próximo mes de noviembre se cumplen 80 años de la creación de Endesa como empresa pública. En un entorno volátil y convulso, el directivo reivindicó la capacidad de la empresa para adaptarse y seguir siendo, hoy como activo clave dentro del Grupo Enel, un referente de la Transición Energética en la Península Ibérica. Una compañía, sintetizó, “que aporta valor a sus accionistas, que genera empleo, y que contribuye al diálogo sosegado y constructivo para que la colaboración público-privada sea una realidad”.