Aunque las palabras no han sido muy gruesas, las posiciones se han mostrado irreconciliables, por lo que parece difícil imaginarse como pueden ser los Consejos de Ministros de los próximos meses. De cualquier forma la proposición de ley socialista pasara su primera criba con el voto en contra de los morados a la proposición pero la toma en consideración, su primera criba parlamentaria, verá la luz verde con el apoyo del Partido Popular (PP).
Pero las cosas que se han dicho unos y otros pasara a la historia, hasta el punto de que el portavoz socialista, López, ha estallado en declaraciones a los medios en el pasillo de la Cámara Baja tildando de «impresentable» la actitud de su socio minoritario, después de que durante el debate la diputada morada Muñoz dijese que la votación de la reforma será «la imagen de la vergüenza» y acusase a los socialistas de estar «dando la espalda a todas las mujeres».
López ha señalado la rebaja de las penas a los agresores sexuales (que se vienen produciendo desde noviembre, poco después de la entrada en vigor de la norma) como la principal cuestión a abordar, y en referencia al discurso de Muñoz ha aseverado que «una intervención que no pone encima de la mesa ninguna respuesta, ninguna solución a este problema, cuando menos es irresponsable. Y una intervención que acusa al Partido Socialista de pactar con el PP y con Vox, cuando saben que es mentira, y de volver nuestra propuesta al código penal de la manada, cuando saben que es mentira, es simplemente impresentable».
Por su parte, la diputada socialista Fernández, ha arremetido desde la tribuna de oradores contra los morados, en un momento en el que en la bancada azul del Ejecutivo solo estaban presentes dos ministras del socio minoritario, las de Igualdad y Derechos Sociales, Irene Montero e Ione Belarra. «En cuanto a sus señorías de Podemos, nos gustaría que hablasen ustedes de sus propuestas para mejorar esta ley. Estamos cansadas de sus peroratas, señorías de Unidas Podemos. Dejen la hipérbole y hablen de soluciones. Es lo maduro y lo serio» les ha espetado, mientras Irene Montero hacía gestos de negación con la cabeza desde su escaño.
En fin , todo un espectáculo digno de un circo que en el fondo es lo que es este gobierno de coalición agotado hasta limites insospechados.