La compañía que controla la familia Del Pino ha planteado fusionar su matriz y Ferrovial International, una sociedad anónima europea neerlandesa que ya es titular del 86% de los activos de la compañía. En Ferrovial entienden que, la operación, al no suponer la entrada en su capital de un inversor de fuera de la UE, no le es aplicable el blindaje creado por el Ejecutivo. Además, añaden, se trata de la unión de dos sociedades comunitarias.
¿Porque se sorprendió el gobierno cuando había sido avisado?
El Instituto de Comercio Exterior (Icex) y la Oficina Económica de la embajada española en La Haya habian advertido en sus últimos informes sobre Países Bajos que se estaba produciendo un éxodo masivo de sociedades extranjeras que optan por llevar allí su sede buscando no solo beneficios fiscales, sino también una mayor facilidad para los negocios. Por ejemplo, ya en 2017, un total de «24.375 multinacionales estaban activas en Países Bajos, representando el 2,1% de las empresas», señalaba el informe del Icex de 2021.
Además de resaltar que «muchas empresas españolas se están instalando» en el país, tanto el Icex como la embajada señalaron ya en 2021 que España es uno de los países más perjudicados de toda la Unión Europea por el desvío de beneficios realizado por las multinacionales norteamericanas, solo por detrás de Francia, Alemania, Italia y Bélgica, según advierte en una nota el Economista.
Para el Icex, la marcha de las empresas obedece no solo a una política fiscal más favorable, sino también a una mayor seguridad jurídica y protección frente a operaciones hostiles en el caso de las cotizadas. «Multitud de empresas extranjeras han trasladado su domicilio legal a Países Bajos. Esto se debe a que aquí encuentran un régimen de sociedades más flexible que en su país de origen», se aseguraba ya en primer un informe en octubre de 2020. Asimismo, y según el mismo informe, la presencia de empresas extranjeras en el país favorece la economía. «Se estima que más de 1,4 millones de ciudadanos holandeses cuentan con un empleo relacionado directa o indirectamente con estas empresas», dicta el documento. El Icex resaltaba, en concreto, el beneficioso régimen fiscal del que disfrutan los holdings, «que apenas pagan impuestos por los beneficios obtenidos de sus filiales en otros países», lo que ha provocado que el 40% de las 550 mayores empresas de EEUU, 245 multinacionales japonesas y 2.485 multinacionales europeas (entre ellas, la mayoría de las empresas que cotizan en el selectivo Ibex-35) tengan constituidas sociedades en Países Bajos.
En un informe posterior, de mayo de 2021, el Instituto de Comercio Exterior volvió a insistir, en la misma idea en otro informe, firmado por la Oficina Económica y Comercial de la embajada de España en La Haya. En el mismo se recordaba que la elección de este Estado centroeuropeo como sede fiscal obedecía a que «Países Bajos es uno de los Estados con mayor número de convenios fiscales o de doble imposición, que en su mayoría, reducen o eliminan las retenciones fiscales sobre dividendos, intereses y royalties», lo conocido como sándwich holandés que permite el traslado de los beneficios a antiguos colonias neerlandesas, con muy baja o ninguna tributación. Este es el tipo de atractivos fiscales que tiene el país para empresas como Netflix, Merck Performance Materiales y la japonesa Jellice, que en 2017 invirtieron en Países Bajos y se estima que llegaron a contribuir a la economía neerlandesa un total de «1.670 millones de euros», recoge el Icex en su informe de 2020.
Aunque en los dos últimos años el Gobierno neerlandés está introduciendo modificaciones regulatorias para evitar los abusos fiscales la Ley sobre Retención Fiscal que entró en vigor a principios de 2021 grava ahora los pagos de royalties e intereses, entre entidades vinculadas, desde Países Bajos a otros territorios el país se ha consolidado ya como el cuarto receptor de inversión extranjera del mundo, solo superado por Estados Unidos, China y Singapur. De esta manera, y durante la última década, el país centroeuropeo cuenta con una media de 75.000 millones de dólares captados cada año (unos 70.500 millones de euros aproximadamente). Según los últimos datos publicados del Icex, en 2019, «se calcula que los Estados miembros de la Unión Europea dejan de ingresar, anualmente, 9.200 millones de euros en impuesto de sociedades de empresas con sede en Estados Unidos, en beneficio de Países Bajos».
En 2021 España realizó una inversión bruta de capital a Países Bajos de 2.909 millones de euros. El Icex asegura que gran parte de la inversión extranjera no forma parte del flujo circular de la renta, sino que es canalizada de un país a otro. Así, y según aclara en su informe, «el 66% de la inversión recibida, es directamente canalizada a otros destinos. El 33% restante es la inversión efectiva o productiva». Todo esto hace que España sea el octavo socio comercial de Países Bajos, y es que no es de extrañar cuando casi 6.000 empresas exportan bienes regularmente, sobre todo combustible, automóviles, hortalizas, frutas, productos farmacéuticos, plásticos y maquinaria. Además, los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE) demuestran así que en 2020 había 117 filiales españolas en Países Bajos que generaron un volumen de negocio de 6,47 millones de euros.
España también recibe, no obstante, inversión desde Países Bajos. Dicho desembolso se acumula en las comunidades autónomas de Madrid y Cataluña. Sin embargo, hay que destacar que en 2019 la autonomía que más dinero recibió por parte del país neerlandés fue Castilla y León. Al igual que grandes empresas de este país están en España, como es el caso de Heineken o ING.