Pero lo curioso es que el extranjero no residente que acude a las entidades bancarias españolas encuentra mayores o menores facilidades en función de su país de origen. Para los expertos del sector somo Gulias “la aprobación tendrá más posibilidades si el cliente reside en lugares con una moneda fuerte y una economía estable”. De este modo, “venir de territorios donde también circula el euro es una garantía, pero también de otros donde hay una divisa de primer orden, desde Reino Unido o Suiza hasta Estados Unidos o Australia”. En este sentido, recuerda que “los compradores latinoamericanos están ganando terreno, pero porque compran en dólares”. “Aunque muchos disponen de fondos propios elevados para cubrir buena parte de la adquisición, no todos los altos patrimonios descartan recurrir a financiación bancaria”, indica el CEO de la empresa especializada en intermediación financiera. Gulias estima que “a medida que nos alejamos del residencial de lujo y nos acercamos a las viviendas de ticket medio, es más común que este perfil contrate una hipoteca, aunque su porcentaje de ahorro previo está por encima del que aportaría un comprador nacional”.
Las condiciones de estas hipotecas para no residentes son algo más restrictivas porque el riesgo que asume el banco es mayor, advierte el experto “En vez de cubrir hasta el 80% del valor de tasación del inmueble, las entidades lo bajan hasta el 70%, e incluso al 60% en determinados casos, lo que implica contar con un ahorro previo más alto”, describe, que también matiza que “el plazo de amortización también suele reducirse hasta los 20 años, en vez de hasta los 30”. También los intereses son menos competitivos, “aunque las bonificaciones por contratar productos como seguros de hogar y vida sí que están operativas”.
Según la Estadística Registral Inmobiliaria, en el cuarto trimestre de 2023, este cliente protagonizó el 15,1% del total de las transacciones, superando ampliamente los porcentajes habituales desde 2014, que se situaban por encima del 12%. En términos económicos, el impacto es relevante, dado que un informe reciente de la Asociación de Promotores y Constructores de España y la consultora PwC advierte de que la compra de viviendas por parte de extranjeros aportó 6.351 millones de euros al PIB en 2022, correspondiendo 1.758 de ellos a la obra nueva.
“El retrato robot ha roto la imagen convencional del extranjero de edad madura que viene a la costa española para comprar una segunda residencia a la que venir de vacaciones y retirarse al llegar la jubilación”, valora el portavoz de RN Tu solución hipotecaria. “Profesionales jóvenes que abrazan el nomadismo digital y el teletrabajo caen rendidos a las bondades, ya no solo de las localizaciones mediterráneas, sino al entorno urbano de grandes capitales como Madrid y Barcelona”.