«La inflación sigue siendo demasiado alta. No está garantizado que se siga avanzando en su reducción y el camino a seguir es incierto», ha asegurado al término de la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), al tiempo que ha reconocido que la inflación ha sido más alta de lo que esperaban este año. Con todo, el presidente de la Fed ha sido claro a la hora de abordar una posible subida de los tipos de interés en el futuro cercano, indicando que es «improbable» que el próximo movimiento del banco central sea un alza de las tasas oficiales como teme el mercado.
Preguntado sobre qué haría falta para que se produjera una subida de tipos, Powell ha apuntado que la Fed «tendría que ver pruebas convincentes de que nuestra política monetaria no es lo suficientemente restrictiva como para reducir la inflación al 2% de forma sostenible en el tiempo». «Eso no es lo que creemos estar viendo», ha recalcado.
No obstante, en lo que se refiere a futuras bajadas de los tipos de interés, Powell ha repetido un mensaje recurrente en sus últimas comparecencias: necesitan más confianza. «Como señalé anteriormente, las lecturas sobre la inflación se han situado por encima de las expectativas. Es probable que conseguir esa mayor confianza lleve más tiempo del previsto», ha reflexionado el presidente del banco central estadounidense.
Powell ha subrayado en varias ocasiones que no sabe «cuándo» será el momento adecuado de ejecutar el pivote de la política monetaria, aunque ha destacado en varias ocasiones el progreso que ha hecho la Fed a la hora de bajar la inflación, lo que podría ser interpretado como un guiño ‘dovish’ a los mercados. Además, ha apuntado que las expectativas de inflación a más corto plazo aumentaron, pero que las expectativas de inflación a más largo plazo parecen bien ancladas.
«En los últimos meses la inflación ha mostrado una falta de avance hacia nuestro objetivo del 2% y seguimos muy atentos a los riesgos de inflación. Creemos que (la política monetaria) es restrictiva y que, con el tiempo, será suficientemente restrictiva. Aunque esa será una cuestión a la que tendrán que responder los datos», ha añadido Powell al tiempo que ha manifestado que «no estamos satisfechos» con la inflación en el 3% actual y que la Fed no se conformará con este porcentaje.
Asimismo, Powell ha querido atajar los temores de que EEUU esté entrando en un escenario de estanflación (crecimiento estancado e inflación creciente) que se han incrementado en las últimas jornadas. «No veo ni el estancamiento ni la inflación. Tenemos un crecimiento del 3%, un crecimiento bastante sólido», ha subrayado.
En este sentido, el presidente de la Fed ha recalcado que el banco central está «preparado para mantener el actual rango objetivo para la tasa de fondos federales durante el tiempo que sea apropiado», aunque también para todo lo contrario si el mercado laboral se debilita inesperadamente. Asimismo, ha señalado que reducir la restricción política demasiado tarde o demasiado poco podría debilitar indebidamente la economía y el mercado de trabajo.
«Bajaremos la inflación al 2% de forma sostenible», ha sentenciado Powell, no sin antes añadir que el objetivo es conseguirlo sin provocar perturbaciones significativas en el mercado laboral.
Powell también ha explicado que el gasto de los consumidores ha sido «robusto» en los últimos trimestres, a pesar de los tipos de interés más altos, aunque parte de la inversión empresarial se ha visto afectada. Además, ha indicado que la demanda de mano de obra sigue siendo superior a la oferta de trabajadores disponibles y ha citado la inmigración como un factor que estaría ayudando a impulsar la oferta de mano de obra.
«La decisión de ralentizar el ritmo no significa que nuestro balance vaya a reducirse finalmente menos de lo que lo haría de otro modo, sino que nos permite acercarnos a este nivel final de forma más gradual», ha explicado Powell.